Sanz y el arte de esperar

Sanz ha aprovechado que los pobres son menos de izquierda, porque los han engañado muchas veces

A José Luis Sanz le está pasando lo mismo que a Juan Espadas en 2015, pero al revés. La gente decía entonces: “No ha ganado el PSOE, ha perdido el PP”. Y se atribuía la derrota de los populares a que Zoido había dilapidado su gran victoria de 2011 y a que Rajoy no paraba de recortar en la Moncloa. El domingo la gente decía: “No ha ganado el PP, ha perdido el PSOE”. Y se atribuía la derrota no al pobre Muñoz (que se quedó arrastrado por el tsunami), sino a la espantá de Juan Espadas, que renunció a la Alcaldía; y a las genialidades de Pedro Sánchez, que cuantas más paridas promete más indignación provoca. Ya nadie habla de Doñana, ¿verdad? ¿Vieron los resultados en Huelva y su provincia la noche del Rocío? Es que no aprenden. Pero José Luis Sanz sí que ha aprendido y tuvo la flor en su sitio el 28-M.

De algún modo, era como el proverbio chino: “Siéntate junto al río y verás pasar el cadáver de tu enemigo flotando”. Enemigo político, se entiende. Sentarse junto al río es importante. Porque quien gana en Triana las elecciones municipales (unas veces el PP, como este año, y otras el PSOE) suele conseguir la Alcaldía. En Triana y en Nervión, que esa es otra curiosidad. José Luis Sanz se podía sentar en la calle Betis o en el Paseo de la O. Pero también se podía sentar delante del Centro Comercial Nervión Plaza para ver las obras del tranvía. Con ese tranvía le ha dado Juan Espadas medio despacho de la Alcaldía al PP. ¡Hay que ver! La gente lo que quería ver no es un tranvía a Santa Justa, que ponga patas arriba Nervión. La gente quiere un Metro en condiciones, que permita viajar por Sevilla de norte a sur, no sólo de este a oeste; y además que permita a las criaturitas de los polígonos llegar en Metro a Triana, que es donde se ganan y se pierden las elecciones para la Alcaldía.

Los errores del enemigo político han beneficiado a José Luis Sanz. Y así han tapado los indudables aciertos que también ha tenido el Ayuntamiento con la gestión del PSOE. Por poner otro ejemplo: en Fiestas Mayores, donde el listón se queda muy alto. Y donde Muñoz cumplió, a pesar de los agoreros que lo veían como un progre ajeno a las sevillanas esencias. Pero, al final, ha valido más la táctica paciente y pragmática de Sanz, que también ha tenido importantes aciertos: el mayor, ir a los barrios sin formar ruido, pero consiguiendo que el PP mejore sus resultados en los polígonos, las barriadas pobres y las periferias del sistema. Y ha aprovechado que los pobres son menos de izquierda, porque los han engañado muchas veces.

José Luis Sanz estuvo en el sitio justo en el momento oportuno. Será alcalde por errores ajenos y por aciertos propios.

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