Qquizá María Cañas, artista multimedia y agitadora por libre, debería concebir alguna videocreación o alegoría satírica donde se viera cómo Sevilla se desangra y muere de un colapso estadístico. Cabría imaginar a esta Sevilla con rostro asexuado pero bifronte, como Jano, el dios romano de las puertas, los inicios y los finales. Uno, en fin, imagina Sevilla en plan Sebastiana Mártir, versión femínea del martirio de San Sebastián, donde el santo, icono LGTBI, aparece atado a un arbolillo en el campo de Marte para recibir dardos y saetas en el torso. Sebastiana Mártir, en versión María Cañas, recibiría en su lugar aguijonazos a base de estadísticas y porcentajes de lo más dolorosos.

Anualmente, conforme las nobles tradiciones, los estudios del INE demuestran que Sevilla acoge los tres barrios más marginales de España en ciudades con más de 250.000 habitantes. La trilogía maravillosa la recitan ya hasta los párvulos: Amate, Los Pajaritos y el acostumbrado tetris del Polígono Sur (estupenda la crónica aquí de Fernando Pérez Ávila la víspera de las elecciones). La renta en Los Pajaritos y Amate (6.034 euros) y en el Polígono Sur (5.816 euros) es la antítesis de los tres barrios más holgados de España y radicados todos ellos en Madrid (El Viso, Recoletos y Castellana). El Madrid de Benito Pérez Galdós era poco menos que un poblachón manchego, pero hoy presume de posibles y de ser, como dice la capitana Ayuso, un modo de vida (incluido, se supone, el exclusivo Pozo del Tío Raimundo). La Sevilla del ocaso también pierde habitantes. Zaragoza, como ya sabemos, nos ha dado un sorpassocon agua fría del Ebro. Asimismo, según la OCU, somos la tercera ciudad más sucia del país (nos queda el consuelo de haber creído que éramos la primera).

Hay más. Según datos del proyecto Urban Audit, el promedio de esperanza de vida en Sevilla se halla a la cola de las grandes capitales españolas (81,5 años). Madrid (83,56), Barcelona (83,48), Zaragoza (83,06) y Valencia (82,57) nos adelantan y nos ponen frente por frente al retablo de las postrimerías de la Virgen de la Soledad en el moridero de San Fernando. Por si fuera poco, en el ranking del coito nacional, un estudio de Diversual nos coloca en un punto anodino respecto a hacer el amor. En Andalucía gana Almería (9,29 veces por semana), frente a las 7,68 veces de los sevillanos, lejísimos de riojanos y riojanas (11,25 veces), lo que nos hace dar vivas al caldo a lo Mariano Rajoy: “¡Viva el vino!” . He aquí pues la ciudad delicuescente y a la baja: Sevilla, la Sebastiana Mártir. A ver qué “videoguerrilla” propone María Cañas.