TRÁFICO Cuatro jóvenes hospitalizados en Sevilla tras un accidente de tráfico

¡Oh, Fabio!

Luis Sánchez-Moliní

lmolini@grupojoly.com

Vox o la alternativa del Diablo

Hoy por hoy, los pactos PP-Vox son la única alternativa a un Gobierno que apoyan Bildu y ERC

Macarena Olona, en una intervención parlamentaria.

Macarena Olona, en una intervención parlamentaria.

DE cháchara el otro día en la redacción, recordando antiguas novelas de la Guerra Fría, emergió por los vericuetos de la memoria el título de un best-seller que no puede venir más al cuento, La alternativa del diablo, novelón (por lo grueso) del ex periodista Frederick Forsyth, un desahogado de las letras al que gustaba (por lo menos en sus años más mozos) presumir del dinero que ganaba y posar ante los fotógrafos entre los lingotes de oro que se esconden en el subsuelo del Banco de Inglaterra. El argumento, decíamos, es de estricta actualidad: “En la Unión Soviética se da una mala cosecha de cereal y en Ucrania se manifiestan inquietudes nacionalistas. Y esta es la punta del iceberg que puede conducir a un choque frontal entre las dos superpotencias mundiales”. Les sonará, supongo. Sin embargo, a nosotros, el título nos sirve también para darle nombre a la continua campaña de acoso y derribo que sufre Vox, una estrategia en la que la izquierda española emplea toda su artillería pesada, sin olvidar, por supuesto, los medios de comunicación públicos en los que mandan (programas como 24 horas o las Claves del Siglo XXI han llegado a rozar el panfleto en esta cuestión). Para políticos, periodistas e intelectuales de la siniestra el eje Vox y PP sería algo así como una alternativa diabólica al actual Gobierno PSOE-Podemos. No deja de ser un cruel sarcasmo que los que se auparon al poder con los votos de los ex terroristas y los sediciosos (ambos adjetivos son de los tribunales, no de cosecha propia) se quieran erigir como salvadores de la democracia europea (versión posmoderna de aquello que se llamó la civilización occidental cristiana). El motivo principalmente es electoral. Es decir, tiene más que ver con la mamela que con los ideales. La izquierda sabe muy bien que la única posibilidad que tiene el PP de llegar al poder en las distintas administraciones, una vez consumado el derrumbe de Ciudadanos, es pactar con Vox, un partido con el que se podrá estar de acuerdo o no, pero que es completamente legal y no carga con el fardo de ningún pecado mortal inconfesable (¿se puede decir lo mismo de todos los amigos del PSOE o, incluso, de este mismo?). El PP de Feijóo debería sacudirse la presión y pactar sin complejos con su extremo derecho para poder garantizar una alternativa en España que, diabólica o angelical, es sumamente necesaria para la salud del sistema. Lo otro sólo llevaría a la perpetuación de un Pedro Sánchez cada vez más napoleónico, que se gusta en su nuevo papel de mariscal de campo de los reales ejércitos de la OTAN.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios