FERIA Toros en Sevilla hoy en directo | Morante, Castella y Rufo en la Maestranza

La lluvia en Sevilla

Tan cerca y tan lejos

Ojalá Huelva, Jaén, el lejano Coripe o el aeropuerto estuvieran en tren tan cerquita como Madrid

Hace unos días escuchamos el acento italiano de un directivo de la compañía Iryo, que nos contó que vamos a tener nueve trenes diarios más para ir a toda mecha de Madrid a Sevilla y de Sevilla a Madrid. ¡Y a precios sin competencia! Esto va a ser correr-volar, va a ser difícil pasar por Atocha sin saltar a un vagón rumbo a la capital del Sur, y eso es dinero y trabajo para hoteleros y hosteleros de esta ciudad. Todo son albricias y parabienes; Madrid está cada día más cerca, yo me alegro. Pero ojalá tuviéramos Huelva así de cerquita. O Jaén. O La Puebla de Cazalla. O el lejano Coripe. O el aeropuerto de Sevilla, mismamente. A estos lugares es cansadísimo, cuando no imposible, llegar en tren.

De Huelva sólo se puede venir en tren o a las claras del día o a última hora. Sólo dos viajes diarios cubren el trayecto entre dos ciudades hermanas. Y pisando huevos: hora y media de camino. A quienes vamos y venimos de Jaén se nos reconoce fácilmente por las ojeras. Las aceituneras altivas nos subimos al tren de madrugada si queremos llegar a Sevilla en hora hábil. Ítem, las vías que conectaban muchos pueblos de la provincia con la ciudad -y que hacía posible que quien no tuviera dinero o ganas o edad para tener un coche pudiera venir en su tren, como un señor- ahora son "vías verdes". Su uso deportivo y de disfrute de la naturaleza edulcora la triste realidad: son los pecios de un servicio público primero desalentado y después desmantelado de las zonas rurales. Después ponemos voz de dignos al hablar de "La España vaciada". ¿Y qué me dicen de que el Cercanías no pase por el aeropuerto? No conozco otra capital europea a cuyo aeropuerto no llegue el tren. Comienzo a pensar que eso de "hagamos una obra tal que los que la vieren nos tengan por locos" no se dijo de la Catedral, sino de un trazado de vías que pasa de pasar por uno de los principales nudos de conexión de Sevilla con el mundo.

Hay algo que a menudo parece escapárseles a los gobernantes, y es que su servicio ha de dirigirse primeramente a su ciudadanía, y después -si ello redunda en beneficio y nunca en perjuicio del común y del lugar- a facilitar la bonanza de los negocios y una prosperidad sostenible y diversificada. El tren no es buen ejemplo de ello. No me quejo de que Madrid esté cada vez más cerca, sino de que Sevilla diste cada vez más de otras capitales andaluzas, de sus pueblos y hasta de sí misma. La vertebración del territorio es también la cartografía de una forma de pensar, y parece clara la que es signo de estos tiempos. Comparen la red que conecta a Sevilla con sus pueblos y con otras provincias andaluzas con la conexión, afluencia y velocidad con la que vamos y venimos a Madrid. La descompensación da el cante. Por soleá.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios