La aldaba

Carlos Navarro Antolín

cnavarro@diariodesevilla.es

Un nuevo mamarracho en la calle Sierpes

La fachada del nuevo comercio que hace esquina con Rioja es una agresión en toda regla

La fachada del nuevo comercio en Sierpes.

La fachada del nuevo comercio en Sierpes. / M. G.

Me encanta que el alcalde luche por conseguir nuevos vuelos internacionales para el aeropuerto de San Pablo, visite las hermandades, mantenga una interlocución fluida con el Gobierno andaluz, gestione que Sevilla cuanto más salga en el cine mejor (siempre que sea sin desvirtuar nuestros monumentos), atienda las necesidades de las congregaciones religiosas, aprenda a bailar sevillanas, se apasione con su Sevilla Fútbol Club al mismo tiempo que guarda las relaciones y el decoro institucional con el Betis (¿Qué tontería es esa de que los alcaldes no tienen club de fútbol?), se esfuerce en tener las calles limpias en estos días en que todavía conserva cierta indulgencia del electorado, juegue la carta de la novelería sevillana para ponérselo difícil al candidato del PP, se desmarque de su anterior jefe para hallar su propio espacio y disfrute de etiqueta en los premios Goya y con sudadera en la entrega del trofeo de la Maratón.

Todo eso está de dulce, pero de dulce de los lazos de hojaldre que sirven en Ochoa en estas tardes cada vez más generosas de luz. Pero hay que pedirle a Antonio Muñoz que cuide Sierpes, donde han instalado el enésimo mamarracho, ejemplo de mal gusto, desconsideración y falta de respeto a los criterios que un día motivaron la declaración del conjunto histórico declarado de la ciudad. No se trata de una visión tradicional, rancia o conservacionista de la ciudad. No se trata de etiquetas ni de visiones nostálgicas del pasado. No se trata de idealizar tiempos pretéritos ni de imponer modelos trasnochados de la ciudad. Se trata simplemente de hace cumplir la normativa, la misma que motivó que Muñoz limpiara de rótulos horripilantes la Avenida de la Constitución cuando estaba al frente de Urbanismo.

Alcalde, mande retirar la cochambre de fachada que han colocado en Sierpes, esquina Rioja. Si tiene dudas, mire cómo justo enfrente mantiene Maquedano una fachada elegante y con estilo desde hace muchas décadas. Alcalde, actúe pronto y demuestre que su visión de ciudad que aúna la modernidad con la tradición es realidad y no son palabras huecas. Alcalde, usted sabe como muchos sevillanos que esa fachada negra y blanca es agresiva, una vergüenza, un despropósito, una muestra de evidente y palmaria de contaminación. Echamos de menos en ese mismo local la estética de Joyería Muñoz y el posterior estilo de Castañer, el comercio de las zapatillas de esparto de hasta 300 euros el par. Demuestre que ha llegado a la Alcaldía de verdad. En su mano está. No me creo que avale semejante mamarracho de fachada. Se puede vender plata con más respeto. Esta ciudad ha tenido grande señores plateros. Yfueron eso:señores. No montaron covachas.

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