Los palcos, el otro éxito del festival Icónica de Sevilla

La aldaba

La plaza en el palco las noches de concierto se ha convertido en un nuevo objeto de deseo de la Sevilla vanidosa

Los tontos y los atontados del calor de Sevilla

¡Todos quietos en Sevilla Este!

Javier Esteban, director del festival Icónica Santa Lucía Sevilla Fest.
Javier Esteban, director del festival Icónica Santa Lucía Sevilla Fest. / Juan Carlos Muñoz

19 de junio 2025 - 04:01

Siempre hemos definido a Manolo Sainz como el sevillano que sabe demasiado, un verdadero ejemplo de inteligencia local. Todo el día con el traje de faena en el Consejo de Cofradías junto a Pedro Lissén. Sainz y Lissén son uno de los grandes dúos de una ciudad de dualidades. Son como Salazar y Bajuelo, Emilio Boja y el doctor Fabiani Romero, el presidente Moreno y Modesto Cabezas, el alcalde Sanz y el gerente de Urbanismo, el capitán general, don Carlos Melero, y el gran Marcos Salvatierra; los rocieros Manuel del Cuvillo y Jesús Rodríguez de Moya, los hermanos Acevedo... En tiempos tuvimos al cardenal Amigo y Pablo Noguera, Francisco Maireles y Manuel Lozano, el inolvidable Francisco Santiago y José Luis Martínez, las hermanas Cobo... Grandes dúos de la ciudad que han marcado el paisaje de la vida cotidiana tantas veces de forma agradable. Sainz y Lissén, que suena a título de consultoría de postín en el Paseo de la Castellana, son también piezas claves en la organización de la cabalgata. No les falta un peregil (Álvaro). Manolo es una suerte de caja negra de las vanidades. Controla la información precisa tanto de los aspirantes a sillas y palcos como de los que están en cola de espera para encarnar a los reyes magos. Quiénes presionan, quienes llaman por arriba para puentar los procesos establecidos, quiénes aspiran a más de lo que deben o pueden, quiénes no quieren ser nada de nada (que también los hay y declinan ofrecimientos).

Los palcos, ay los palcos. Ahora han entrado con fuerza en la liza de las vanidades los palcos del Festival Icónica Santalucía Sevilla Fest. Están los palcos de la plaza, los palcos de la Avenida, los palcos de las carreras de caballos de Sanlúcar con Mario Niebla del Toro de virrey, los palcos de convite de la plaza de toros, el palco de ganaderos, del Aero o del Labradores en la misma plaza; los palcos de autoridades de las procesiones magnas, los palcos de los desfiles militares, el célebre palquillo de la Campana y los palcos de Javier Esteban en la Plaza de España. La nueva tradición, como llaman al festival, ha hecho mella en una de las especialidades de la ciudad: la lucha por estar y ser visto. Si el éxito de un acto en Sevilla se mide por la gente que se queda fuera, Icónica triunfa también cada día por la de peticionarios de palco. Ocurrió con la Expo cuando miles de sevillanos se quedaron sin pase de temporada. En la pista hay ocho, diez o doce mil criaturas bailando, según la noche. Y en los palcos, la Sevilla dual:la que es invitada y la que se encarga de pedir aquello que nadie le ha ofrecido. ¡No sabe bien Javier Esteban el acierto de la definicion de Icónica como una nueva tradición! El lema está bordado. Hasta con un calor insoportable hay lista de suplicantes de plaza en los palcos.

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