Plaza Nueva: dijo la sartén al cazo

Bajo mandato socialista se destrozó en 2022 el pavimento de mármol de la Plaza Nueva. Se hizo para evitar las caídas por resbalones que habían provocado en 2018 una víctima mortal. Como tantas otras cosas en lo que a patrimonio urbano se refiere, con especial ensañamiento con los pavimentos, el PSOE dio la peor solución a un problema real. La técnica aplicada dejó una horrorosa superficie rugosa y uniforme. Ha sido especialidad socialista cargarse pavimentos de gran belleza –el adoquinado de la Plaza del Pan, víctima del proyecto que se llamó La piel sensible–, destrozar plazas salón –caso de la de San Lorenzo– uniformando sus niveles y sustituyendo los adoquines por una marea de losas grises, dar la peor y más cara solución posible –caso de las Setas– a la vergonzosa situación del solar y la “instalación provisional” del mercado desde 1973 o abordar otras importantísimas cuestiones pendientes también de la peor y más cara manera, casos de la Alameda o de la tan necesaria peatonalización de la Avenida que se inició, no se olvide, cortando los grandes árboles de su último tramo mientras los alcorques elevados de la Encarnación pudrieron las raíces de los grandes ficus.

Ahora el PSOE que se la cargó denuncia que cinco meses después de que el alcalde anunciara el inicio de las obras para restaurar el pavimento de chinos de la Plaza Nueva no se ha terminado ni la mitad de la superficie comprometida para antes de Semana Santa. También le afean que en la calle Zaragoza se estén colocando bordillos color rojo en lugar de los adoquines de Gerena. ¡Ellos! Los enlosetagrises, adoquinicidas y acerididas socialistas protestan porque “el proyecto socialista que aprobó la Comisión Provincial de Patrimonio de la Junta de Andalucía para esta vía del casco histórico recuperó el adoquín de Gerena” y porque “con esos bordillos rojos, que son un pegote, se pierde la uniformidad de la calle Zaragoza”. Hay que tener morro.

Como decía nuestro incorrecto refranero: “siempre tiene que saltar un cojo o hablar un mudo”. O, por recurrir a otro más correcto, “dijo la sartén al cazo: quítate de ahí, que me tiznas”. El PP tiene sus culpas, recuérdese el alisamiento y arboricidio de Zoido en Almirante Lobo. Pero, quizás por gobernar menos tiempo que los socialistas, que lo han hecho de 1983 a 1991, de 1999 a 2011 y de 2015 a 2023, han causado menos daños.