El telón lo arría Juan el Grande

ARRIADO que será el telón del Maestranza cuando Juan Peña lo tenga a bien, casi un mes de cimas y de simas flamencas habrá tocado a su fin. Y se cierra la Bienal con uno de los grandes tras haber itinerado los sonidos de su tronco de los Perrate por todos los escenarios que Sevilla dispuso para el primer acontecimiento flamenco del mundo. Ha habido de todo en esta Bienal, pero todo hay que darlo por bueno en este punto final. Juan el Grande, que siempre bebió en las fuentes de Pastora y de Antonio Mairena, estará amparado por su gente y por la Sevilla que lo encumbró y mantuvo en el trono del cante hasta que él quiso. Cuando Lebrijano canta se moja el agua fue como lo veía García Márquez, brillante forma de calificar a un cantaor largo, innovador y que jamás se fue de compás, porque vaya tragedia que hubiera sido que Juan se fuese alguna vez de compás.