El TikTok de los padres

22 de septiembre 2025 - 03:09

Hay una sola cosa que los políticos no pueden hacer: el ridículo. Una máxima que sigue teniendo valor incluso en estos tiempos. Los grandes gurús de los partidos mayoritarios han detectado que los jóvenes se informan ahora por canales alternativos que están muy lejos de los que usan sus padres y que, entre todos ellos, triunfa la red social TikTok.

Hasta ahora no les ha importado mucho, todo sea dicho, pero entramos en período electoral y eso ya es harina de otro costal. No hay más que fijarse en que en esta última semana se han estrenado dos nuevos canales en esta red social, el de la Moncloa y el del presidente de la Junta, Juanma Moreno. Los dos quieren entrar así directamente en los móviles de los chavales con un lenguaje directo, claro, y sencillo. Eso, de momento. Ya llegará la hora de pedirles el voto.

Cabe preguntarse si los gurús que están detrás de esos dos canales han medido realmente los riesgos que ambos presidentes corren. ¿Será quizás que no tienen hijos que les hagan poner los pies en el suelo? Porque no hay cosa peor que el desprecio de la chavalería a las cosas “de los padres”.

Basta que un progenitor se dé de alta en una red, pongamos Instagram, para que sus vástagos, los amigos de sus vástagos y los que una vez estuvieron en clase con sus vástagos, salgan huyendo de la misma. ¿Qué va a pasar cuando vean al presidente de la Junta, pongamos por caso, con el móvil demasiado cerca de la cara prometiéndoles que, de momento, no va a bailar? ¿O cuando salga Pedro Sánchez paseando por esos bucólicos jardines de la Moncloa o entre los mármoles del palacio presidencial?

Lo peor de todo es que haya quien esté mirando la comunicación política que se hace en Estados Unidos. Ya sabíamos, y si alguien se había despistado el asesinato de Charlie Kirk ha terminado de arrojar luz, que los youtubers son los nuevos líderes de los jóvenes. Tienen un lenguaje propio, unos códigos propios y unas imágenes que parecen espontáneas y directas pero que, evidentemente, no lo son.

Seguro que hay quien también está reflexionando sobre la banalización del discurso político y la importancia de formar a nuestros jóvenes. Sobre todo, de no tomarlos por tontos.

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