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José Antonio Griñán, durante su declaración en el juicio de los ERE.

José Antonio Griñán, durante su declaración en el juicio de los ERE. / Efe

« EXPRÉS »

El indulto a Griñán toma inercia. Entre las cuatro mil firmas hay líderes socialistas como Felipe, Guerra, Zapatero o Susana Díaz, también Borrell o Solbes, Almunia o Yáñez y suma y sigue, pero también políticos del PP como Martín Villa, Eugenio Nasarre y los andaluces Juan Ojeda o Gómez Angulo. También veteranos andalucistas como Rojas Marcos y nacionalistas catalanes como Roca y Durán. Hay deportistas queridos como Vicente del Bosque o María José Rienda. Hay artistas e intelectuales más o menos cercanos al PSOE, pero también no tan cercanos como Garci. Ahí están Vicent, Cercas, García Montero, Gutiérrez Aragón o Miguel Ríos. Hay periodistas (Iñaki Gabilondo, Sol Gallego...), sindicalistas y muchos otros istas. Es difícil no desear humanamente que Griñán evite la prisión, de ahí el argumento humanitario, pero las lecturas políticas y su onda expansiva tendrán otros efectos. A diferencia de los indepes del golpe de 2017, no habrá indulto en bloque, y no será fácil digerir que queden en prisión otros que en realidad son tan objeto del voto particular como Griñán. Estos 4.000 van a firmar el indulto del amigo Griñán, pero no de sus subordinados.

En Moncloa se duda; más allá de estos 4.000, que son todo un aval, se tiene conciencia del coste político del PSOE indultando la corrupción del PSOE. Y ahí siguen buscando coartadas –incluso Espadas una vez plegado a la disciplina de partido– aunque con cada argumento ahondan en su descrédito: cuestionar la sentencia por la existencia de votos particulares; el mantra falso de que no se beneficiaron personalmente, como si el único beneficio fuese un fajo en el bolsillo; la tesis también delirante de que la malversación no es corrupción... Si no dan con un buen argumento es porque no hay un buen argumento. Su mensaje, parafraseando a Jardiel, empieza a ser: “los corruptos somos gente honrada”.

Macarena Olona, a su llegada a la Universidad de Granada Macarena Olona, a su llegada a la Universidad de Granada

Macarena Olona, a su llegada a la Universidad de Granada / Antonio L. Juárez

« ESPECTRO »

Macarena Olona, la candidata de Vox en Andalucía fugada apenas constituirse el Parlamento, está escenificando lo de Manolo Escobar: “Me voy pero no me voy”. Tras su despedida, va de aparición en aparición, como un espectro. Esta semana ha sido el coqueteo tuitero con Mario Conde en Sevilla y después el éxito de convocatoria en Granada, porque sin duda la bronca constituye un éxito. Claro que los incidentes son imputables a los heroicos antifascistas de palestina y mullet –paradójicamente los antifascistas siempre acaban en actitudes bastante fascistas, sin ir más lejos atentando contra la libertad de expresión declarándose guardianes de la universidad como espacio propio– pero también a la carga de provocación de Olona y sus seguidores para tener las imágenes que deseaban. No está dando puntada sin hilo. Y como espectro, parece que ella logra impresionar más que el fantasma de Canterville. A Santiago Abascal se le atragantó una pregunta de Losantos, de la que escapó sugiriendo que ella ya está fuera; y de inmediato Macarena Olona le pidió una reunión para estar o dentro o enfrente. Abascal no quiera enterarse pero Olona, como Manolo Escobar, se ha ido pero no se ha ido.

Mitin de Por Andalucía en Jerez. Mitin de Por Andalucía en Jerez.

Mitin de Por Andalucía en Jerez. / Miguel Ángel González

« CISMITIS»

La izquierda de la izquierda, o la extrema izquierda, ha logrado superarse y no era fácil: en el primer pleno de la legislatura, ya se ha roto el grupo parlamentario. Era previsible una convivencia problemática –Por Andalucía tiene seis siglas y cinco diputados– pero una vez más se superan a sí mismos. A pesar del historial de cismas –en la izquierda padecen de cismitis– lo de romper en el primer pleno es un hito. Los tres de Belarra trampearon con el reglamento y la única diputada de IU, como portavoz, los sacó de la Mesa para poner a la única diputada de Errejón. Retrato de grupo. Tras el cisma de la legislatura anterior, se estrenan con un nuevo cisma, pero siempre cabe esperar nuevos saltos al vacío en esa izquierda de Podemos, IU, Más País, Equo, Iniciativa del Pueblo, Alianza Verde, Anticapis, Izquierda Andalucista, Primavera Andaluza, Defender Andalucía, Andalucía Por sí, Convergencia Andaluza, Andalucía entre Todos... A esta primera colisión le alcanza la onda expansiva del pulso entre Yolanda Díaz y Podemos, que se mantendrá durante meses hasta el pulso de las listas. Y esto va a así: encuestas a la baja, codazos al alza.

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