La cara oscura de la Velá de Triana
El lastre franquista
Las leyes que tenemos, por salir de la dictadura con transición y no ruptura, acarrean muchos y lacerantes vestigios de lúgubres tiempos. No olvidemos que la mayoría de miembros del temido Tribunal de Orden Público fueron a parar al Supremo, que tan sólo hace un año sostenía que Franco gobernó desde el 1 de octubre de 1936, cuando aún lo hacía legítimamente la República.
Bien, pues las condenas existentes en Europa para delitos de sedición y traición van de uno a seis años de cárcel, mientras en España castigamos sus equivalentes con durísimas penas cargadas de años dignas de regímenes militares, no de democracias que se precien. Los condenados del procés ya llevan tres años en prisión. Aunque cada vez que se plantea la necesaria revisión del fruto de 40 años de régimen militar el trío de Colón apueste por la algarabía, la reforma es ineludible por injusta y anacrónica.
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