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Dolor en Morón: "Iba a ser un día de alegría y ha sido un palo gordo"

El accidente de la A-4.

El accidente de la A-4. / Jesús Monroy / EFE

La niebla convirtió la autovía A-4 en una trampa mortal. Tres personas murieron ayer en un accidente de tráfico en el que se vieron implicados hasta 21 vehículos en cadena. Dos de ellos, Antonio González Castilla y Antonio González Morillo, de 49 y 17 años, padre e hijo, eran vecinos de Morón de la Frontera. Se dirigían a Madrid para presenciar el partido que el Sevilla Fútbol Club disputaría horas después contra el Atlético de Madrid en el estadio Civitas Metropolitano de la capital de España, correspondiente a los cuartos de final de la Copa del Rey. Un camionero murió también en el accidente, al chocar contra otro camión que se vio atrapado por la colisión múltiple.

El siniestro se produjo pasadas las nueve de la mañana en el kilómetro 213 de la autovía A-4, en el término municipal de Santa Cruz de Mudela, en la provincia de Ciudad Real, poco después de pasar Despeñaperros. En el accidente se vieron implicados 21 vehículos. Fueron 12 camiones, nueve turismos y dos furgonetas. Además de las tres víctimas mortales, hay 18 personas heridas, de las que tres de ellas se encuentran graves. Todos fueron trasladados a hospitales de Ciudad Real y Albacete.

Al volante del Range Rover de color rojo en el que viajaban las víctimas sevillanas iba Antonio González Castilla. Junto a él, en el asiento del copiloto, iba su hermano, que resultó herido leve. Detrás, dos hijos de Antonio y uno de su hermano. Antonio hijo, fallecido, iba justo detrás de su padre, en la parte izquierda del coche. Su hermano, de 16 años, iba en el centro. Este adolescente resultó herido muy grave y fue trasladado a un hospital cercano. En el lado derecho viajaba su primo, que salió con lesiones leves. El vehículo en el que viajaban colisionó contra unos camiones que taponaban el paso de la A-4, donde se había registrado una colisión múltiple provocada por la intensa niebla que dificultaba enormemente la visibilidad tras dejar atrás Despeñaperros.

Un transportista sevillano que se encontró con el accidente y pudo esquivar a los vehículos que tenía delante explicó a este periódico que la autovía estaba completamente taponada. “Yo venía con mucha cautela porque me habían dicho que la noche anterior ya había habido un accidente múltiple en esta zona. Es además un lugar en el que suele haber mucha niebla y a veces no se ve nada. Hay una fábrica de tejas con chimeneas que emiten mucho humo y una laguna, lo que hace que como haya un poco de niebla, aquí es mucho más densa”, relató este camionero.

Al encontrarse con el tapón, pudo ver a tiempo un vehículo Audi de color blanco que había esquivado previamente a una furgoneta que tenía delante. El turismo estaba ligeramente ladeado hacia el arcén. El camionero pudo reaccionar con gran habilidad para evitar el coche sin ni siquiera rozarlo y detener el camión en el espacio que quedaba del arcén sin chocar tampoco contra el quitamiedos. “Pude ver a los que habían sobrevivido del Range Rover, uno de los chavales estaba contando que habían muerto su tío y su primo, que iban a Madrid a ver el Sevilla. Yo no paraba de escuchar una y otra vez iiiiiiiiii... ¡pum!, cada vez que llegaba un vehículo al tapón frenaba a fondo y terminaba chocando con el de delante”.

Así por lo menos en una veintena de ocasiones. Los afectados grabaron algunos vídeos y tomaron imágenes con sus teléfonos móviles. Las de primera hora se ven con la densa niebla que cubría entonces la carretera. En una de ellas se observa a varias personas tratando de socorrer a las víctimas del Range Rover. “Madre mía la que se ha liado aquí”, se escucha decir a una persona en el lugar del accidente en un vídeo que fue publicado en las redes sociales. “La Virgen santa, cómo está el de ahí detrás”, dice uno de los testigos haciendo referencia al estado de un turismo. “Yo he frenado a 60, no sé a qué velocidad venía usted”, dice otro mientras graba la escena y el GPS de su móvil le indica que se encuentra “en una retención de 13 minutos provocado por un accidente”. Uno de los heridos era un gruista que quedó con la pierna atrapada en su cabina y no podía salir. “Al hombre se le cayó un sobre con dinero y se lo cogí yo y se lo entregué, no fuera que encima lo perdiera”, contó uno de los testigos del siniestro.

En efecto, este accidente se produjo en el mismo punto de la A-4 en el que la noche anterior tuvo lugar otra colisión múltiple de 13 vehículos, de los que siete eran camiones de gran tonelaje, cuatro turismos, una ambulancia y una furgoneta, que se saldó con un total de 14 personas heridas de diversa consideración. Ambos siniestros provocaron que se tuviera que cortar la autovía A-4 en los dos sentidos, para facilitar el trabajo de los servicios de emergencias.

La noticia del accidente ha causado una profunda conmoción en Morón de la Frontera, donde residían dos de las víctimas. Antonio González Castilla era una persona muy conocida en el pueblo, donde además era el capataz de la hermandad del Nazareno. Sus hijos estaban vinculados a la Unión Deportiva Morón, que fue una de las primeras entidades en publicar mensajes de condolencia en las redes sociales. El presidente de este club, Raúl Mármol, explicó que el joven muerto era jugador del club. “Eran dos hermanos que llevaban a sus hijos al partido. Habían montado el día para ir a verlo, pero por la niebla tuvieron que parar para evitar un accidente y un camión les arrolló”, explicó Mármol, que dijo que los supervivientes “pudieron salir” del coche. “Lo que iba a ser un día de alegría se ha tornado en un palo muy gordo” para esta familia, para la sociedad de Morón y para el mundo del fútbol. La Unión Deportiva Morón ha solicitado la suspensión de los partidos que sus equipos de diferentes categorías tenían previsto celebrar este fin de semana.

El Sevilla también reaccionó a la muerte de sus aficionados. “El club quiere estar con sus familiares y allegados en estos momentos difíciles. En su recuerdo, los jugadores portarán un brazalete negro”, informó el Sevilla nada más conocerse la noticia de las muertes de sus seguidores, que solicitó a la Federación un minuto de silencio justo antes del pitido inicial. En declaraciones a Sevilla FC Radio, el presidente, José María del Nido Carrasco, se mostró “triste y consternado por la fatídica noticia”. “Estamos con el cuerpo cortado, muy tristes. Quería transmitir mi más sentido pésame. Vamos a estar cerca de las familias de los aficionados. Es difícil encontrar las palabras apropiadas y solo podemos mostrar nuestro cariño y asegurar que el club va a estar cerca de las familias de las víctimas”.

Los fallecidos habían realizado varios viajes para presenciar los partidos de su equipo, tanto por España como fuera, y al menos el padre había estado en algunas de las finales europeas del equipo de Nervión. 3 Más información en página 50.

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