La Junta de Andalucía tendrá redactado en septiembre, antes incluso de que arranque el otoño, el pliego de condiciones que regirá un "concurso internacional" para adjudicar de nuevo la explotación de la Mina de Aznalcóllar, cuyos derechos tiene la Administración autonómica. La decisión se produce 15 años después -el 25 de abril de 1998- del mayor desastre ecológico en España, a las puertas de Doñana, por la rotura de la balsa de residuos tóxicos y aguas ácidas de la explotación que arrasaron 4.000 hectáreas del cauce del río Guadiamar, y doce años después de que la multinacional sueca Boliden, a través de su filial española, Boliden Apirsa, abandonara el yacimiento de zinc, cobre, plomo, oro y plata, sin hacerse cargo de los cerca de 91 millones de euros que costó a las arcas públicas la recuperación toda la zona. La reclamación por la vía civil que la Junta presentó en 2002 apenas si ha arrancado formalmente, puesto que ha ido pasado de un juzgado a otro, sin que ninguno se declare competente, para volver, hace apenas unos meses, al primero en el que se presentó en Sevilla. 

Dejando a un lado la catástrofe, la consejera de Presidencia e Igualdad, Susana Díaz, y el consejero de Economía, Ciencia, Innovación y Empleo, Antonio Ávila, anunciaron ayer la decisión de forma sorpresiva a varios alcaldes de los municipios de la comarca del Corredor de la Plata, que se verían beneficiados por el empleo que se generase -cuando cerró había más de 400 personas contratadas directamente- y los ingresos indirectos, en una reunión en la Diputación de Sevilla. En la posterior comparecencia ante los medios, Díaz y Ávila pusieron el acento en que las cosas han cambiado por los avances tecnológicos en lo que afecta a la seguridad, a la extracción y sondeos sobre el material, con Cobre las Cruces y Matsa, como referencia. También aludieron al aumento de precio de los minerales, que hacen que una explotación que no llegaba al umbral de rentabilidad que buscan las empresas, lo haga ahora. 

El consejero insistió en que el concurso no responde a ninguna solicitud formal, sino a una decisión de la Junta. Pero otras fuentes consultadas por este diario apuntan a que al menos dos empresas se habrían interesado por el yacimiento: Cobre Las Cruces, que explota el cercano yacimiento de Gerena, Salteras y Guillena, y Río Narcea Níquel, que se han hecho con derechos de exploración de otros yacimientos en Sevilla. 

Susana Díaz subrayó que quedarán excluidas del concurso -que se resolverá una vez sacado el pliego en unos cuatro meses, en 2014- las empresas que mantengan "deudas con Andalucía", de forma "directa o indirecta". Es la forma de vetar a Boliden por estos 91 millones que se niega a pagar por los costes de limpieza y restauración "reconocidos internacionalmente" tras el vertido. "El principio de que quien contamina paga no se ha cumplido", recalcó Díaz, que adelantó una noticia de impacto para una provincia en la que la tasa de paro supera el 27% ante una nutrida representación de medios de comunicación, inusual en la Diputación y que habían acudido a la convocatoria institucional buscando lo último sobre la campaña a las primarias del PSOE-A en la que anda inmersa. 

La consejera explicó que la mina se pondrá en marcha de nuevo de la manera "más rentable y sostenible", buscando el "mayor beneficio para los ciudadanos". Ávila lo precisó más: en el concurso se valorarán todas las mejoras que se introduzcan con respecto a lo que ya exige la ley sobre medio ambiente y seguridad; se buscará la mayor rentabilidad económica y técnica y se exigirá un "fondo social" para atender posibles reducciones del empleo que se vaya generando a largo plazo. "El mejor proyecto, esté donde esté" y teniendo en cuenta no sólo la extracción, sino que desarrolle una planta en la zona. 

Los dos consejeros -que coincidieron también el día anterior en la visita al parque aeronáutico en La Rinconada en otro sector de "arrastre" para la economía y el empleo- se mostraron convencidos del apoyo de IU, socio en el Gobierno andaluz. "No tengo dudas -dijo Susana Díaz- del apoyo a todo proyecto que genere actividad productiva, empleo con seguridad y respeto al medio ambiente". También del PP, añadió, aunque el único alcalde de este municipio invitado, el de Burguillos, no asistió. 

Por ahora, el miembro de IU que apoya sin ambages la decisión de reabrir la mina es el alcalde de Aznalcóllar, Agapito Ramírez, que era además presidente del comité de empresa de la mina cuando se rompió la balsa del residuos y lideró después una lucha de años porque los compromisos que las administraciones adquirieron con los mineros se cumplieran. 

Según los datos técnicos que aportó ayer la propia Consejería de Empleo, el complejo de Aznalcóllar suma cerca de 950 hectáreas y tiene unas reservas "constatadas y recursos probables" de alrededor de 80 millones de toneladas de sulfuros polimetálicos (cobre, plomo, zinc, oro y plata). Éstas eran, al menos, las estimaciones que tenía Boliden por aquellos años, aunque los nuevos sistemas de investigación podrían aportar datos más precisos. De esa cantidad, entre 30 y 35 millones de toneladas estaban en la Corta de los Frailes, la mina a cielo abierto que se estaba explotando en el momento de la rotura de la balsa de residuos, aunque el yacimiento es mucho más extenso.

La empresa adujo poca rentabilidad y problemas financieros para irse 

Boliden-Apirsa echó el cierre en  Aznalcóllar en octubre de 2001, poco más de dos años después de que reiniciara la explotación tras el vertido, del que nunca se responsabilizó. En 2001, la antigua corta, en la que se depositaban los residuos desde la rotura de la balsa, alcanzó la cota cero, hasta donde tenía autorización de la Junta, que le impuso estrictas medidas de control. En ese mismo lugar se habían depositado también los seis millones de metros cúbicos de material tóxico que salieron de los trabajos de limpieza de la zona afectada, en un proceso sin precedentes a nivel mundial. Para justificar el cierre, la multinacional sueca, que se había hecho cargo de la explotación en los 80, adujo problemas financieros que le obligaban a desprenderse de una explotación que estuvo año y medio paralizada y puso sobre la mesa, la depreciación del zinc y la escasa calidad del material que se extraía. 

Dos empresas tienen aprobadas exploraciones en la Sierra Norte 

El anuncio del concurso internacional para adjudicar, de nuevo, la explotación de la Mina de Aznalcóllar se produce en un momento de aumento de la demanda y, por tanto, del precio de los metales -los más pesimistas hablan de "burbuja" y de que se terminará desinflando, como otras- que ha despertado el interés de muchas empresas, la mayoría multinacionales, por la faja pirítica de Huelva y Sevilla. El consejero de Empleo, Ciencia e Industria, Antonio Ávila, recordó que en junio el Ejecutivo andaluz resolvió el concurso para adjudicar los derechos de exploración e investigación de posibles yacimientos en las dos provincias, que van a suponer la inversión de 12,5 millones de euros. Cinco de ellos serán en la provincia de Sevilla, en la Sierra Norte, donde Cobre Las Cruces y Río Narcea Níquel -dos de las que se habrían interesado por Aznalcóllar, aunque el consejero no se refirió a ello durante su intervención- han adquirido los dos derechos que solicitaron cada una. La Consejería avanzó que trabaja en otras convocatorias, que permitan "aprovechar el aumento de la demanda de este tipo de actividad, de manera que se traduzca en empleo y riqueza para la comunidad". Uno de los hitos de este repunte de la minería en Andalucía y en Sevilla, en particular, ha sido la puesta en funcionamiento de Cobre Las Cruces, en los términos municipales de Gerena, Salteras y Guillena, la mayor mina a cielo abierto de Europa en la que se han invertido ya más de 500 millones de euros y, según la empresa, habría generado ya unos 800 empleos entre directos e indirectos.