Noventa interinos serán funcionarios desde enero gracias plan de empleo

El nuevo alcalde de Mairena del Aljarafe, Ricardo Tarno (PP), firmó ayer un acuerdo con los sindicatos con representación en el Ayuntamiento (UGT, CCOO y CSI-CSIF) para iniciar el proceso hacia el que ha sido uno de los compromisos de su mandato: acabar con la precariedad laboral en el Consistorio y adecuar la plantilla a las necesidades reales de un municipio con más de 40.000 habitantes. Es lo que se ha denominado plan operativo del empleo municipal, cuyo primer hito se producirá en enero, cuando 90 trabajadores interinos fijos pasarán a tener la consideración de funcionarios.

Así, y dejando a un lado a la plantilla de la Policía Local, 63 personas en este caso y que ya por ley debe estar formada por funcionarios, el Ayuntamiento pasará de tener sólo diez personas con esta consideración laboral a un centenar. Según fuentes del gobierno local, todas las personas que se acogerán a este proceso de "funcionarización" llevan más de 20 años en el Consistorio, con tareas de responsabilidad.

El compromiso contempla además que a lo largo del mandato se regule la situación de otros 200 interinos que hay en el Consistorio, que no han aprobado examen alguno y que suponen el 25% de la plantilla, unos puestos que tendrán que pasar por una Oferta Pública de Empleo en unos términos que todavía habrá que concretar. Porque, según reconocieron ayer el alcalde y los sindicatos, el proceso que queda por delante es largo y, con seguridad, surgirán diferencias.

Como paso previo se abordará una Relación de Puestos de Trabajo (RPT) para conocer con precesión qué personal hace falta en el Ayuntamiento, con qué cualificación y dónde. En función de eso se convocarán las plazas. El anterior gobierno socialista ya elaboró un plan de consolidación que afecta a 80 de estos interinos, aunque se ha comprobado después que el número de personas en esa situación es mucho mayor, hasta esos 200.

El nuevo gobierno local del PP ya ha apuntado que hay un "sobredimensionamiento de los puestos laborales en niveles superiores, una exorbitante laboralización de la organización y un excesivo uso de la comisión de servicios", junto a la ausencia de promoción interna y "debilidad de las funciones de control en materia de personal".

El alcalde agradeció la colaboración de los sindicatos en este primer paso y subrayó que la estructura de personal existente en el Consistorio acaba repercutiendo en la calidad de los servicios que se prestan al ciudadano, el fin último de un Ayuntamiento.