La Diputación de Sevilla afrontará a lo largo de este mandato la adaptación a las distintas directivas de la UE de uno de los servicios públicos más básicos que competen a la administración local, pero que, en el caso de la provincia de Sevilla, como otras del país y de Europa, está lejos de los países punteros: el del tratamiento de los residuos no peligrosos, la basura que generan los ciudadanos. 

Como ejemplo, uno de los retos que se han marcado es reducir del actual 70% al 10% las basuras que se generan en pueblos y ciudades y que terminan, sin otra alternativa, depositadas en un vertedero. El horizonte es de 15 años.  

En los últimos años, ya se ha trabajado en un Plan Provincial de Residuos (2020-2035) que se ha publicado y está en fase de información pública para presentación de alegaciones, junto al Estudio Ambiental Estratégico, hasta el próximo 28 de noviembre. Sus contenidos y líneas maestras se van a presentar, el próximo martes, 12 de noviembre, en una jornada dirigida tanto a los agentes y administraciones implicadas (ayuntamientos y mancomunidades, sobre todo), como a otras personas interesadas, en la propia Diputación. 

En el plan se propone, entre otras cosas, la creación de un Consorcio Provincial de Residuos, una idea que el presidente, Fernando Rodríguez Villalobos, ya había avanzado y que en alguna ocasión se ha debatido incluso en el Pleno, como entidad que aglutine a todos los municipios y coordine al resto de operadores en ese ámbito. 

El documento se presentará el próximo martes, 12 de noviembre, en una jornada en la Diputación

Pero, más allá de ello, lo que deja claro el trabajo realizado es que queda mucho por hacer, y que invertir también. Hay que cumplir además con el alcance de la Directiva de la UE 2018/851, por la que el Parlamento europeo modificó la anterior, 2008/98/CE. 

Según datos de la propia Diputación, que pretende que ese plan director se apruebe antes de que acabe este mismo año, el objetivo es que los residuos que generan los municipios y que, finalmente, son depositados en un vertedero sean sólo el 10% en el plazo de quince años, para 2035. Ahora, de media, son el 70%.

También se pretenden incrementar los porcentajes de reutilización y preparación para el reciclaje de los distintos tipos de residuos. Aunque en este sentido hay diferencias entre comarcas, la media está en el 24% y hay que llegar al 65%. 

Villalobos anuncia que se van a impulsar "actuaciones muy contundentes" para incrementar la recogida selectiva y optimizar la gestión. El nuevo "modelo de gobernanza", con ese Consorcio, pretende mejorar la eficiencia y los costes de los servicios, para un "impulso definitivo a la economía circular". 

En la actualidad, los residuos que se generan en los municipios sevillanos se llevan a cuatro plantas con vertedero: una ubicada entre los términos municipales de Alcalá de Guadaíra y Utrera. Ésta depende  de la Mancomunidad de Municipios de Los Alcores y es donde acaban, entre otros, los residuos que no se reciclan de la ciudad de Sevilla.

Los otros tres están en Alcalá del Río, Estepa y Marchena, con diferentes situaciones. En el plan se recuerda que estas Unidades de Gestión de Residuos (UGR) han evolucionado de forma independiente, lo que se ha traducido en una "desestructuración de la gestión integral de los residuos en toda la provincia", que se pretende abordar ahora.