Ciento setenta y cinco años de historia no han sido suficientes. La Feria de Coria del Río, una de las más antiguas de la provincia, no ha podido tampoco con la tremenda crisis que azota a la población y que tiene a los ayuntamientos atados de pies y manos. No se celebrará este año. Así lo confirmó ayer en un comunicado el Ayuntamiento, que asegura que su intención era celebrarla y así lo decidió en julio. Era un "objetivo político importante", insiste, en tanto que se trata de una parte de la "historia cultural" del municipio y contribuye a la dinamización de la economía local.

Pero no ha sido posible, según apunta el gobierno local socialista, porque 87 casetas, más del 64% del total, han "expresado su deseo de no montar este año". Las "dificultades económicas de las familias son grandes y se han convertido en un muro infranqueable", se destaca en el comunicado, en el que se insiste en que se han intentando "agotar todos los caminos". El Ayuntamiento confirma así que ninguna caseta tendrá que pagar por la ocupación de los terrenos y las que lo han hecho recuperarán su dinero.

Hace tan sólo unos días, era el PA, principal grupo de la oposición en el municipio, el que alertaba de que los plazos se estaban agotando para montar la feria. Normalmente, el plazo para cobrar las tasas expira el 31 de agosto y no se había empezado a acondicionar la zona, aunque lo achacó a la "incertidumbre" del gobierno local y a que en tiempos de crisis la organización de la feria debía de haberse iniciado "con más meses de antelación".

Coria del Río se suma así a más de una decena de municipios que se han visto obligados a suspender sus fiestas. Los más afortunados han logrado montarlas, reduciéndolas sustancialmente y negociando para que feriantes y caseteros se hagan cargo de buena parte del coste de su puesta en marcha.