Guillena

El autor del disparo que mató al niño en la cacería pasa a disposición judicial

  • El menor ha sido enterrado este domingo en el cementerio ecijano tras practicarle la autopsia

  • El trágico accidente reabre el debate sobre la conveniencia de que un menor acuda a una montería

Una de las entradas al coto de caza donde se produjo el trágico accidente.

Una de las entradas al coto de caza donde se produjo el trágico accidente. / Víctor Rodríguez

De Guillena a Écija. El dolor por la muerte del niño de cuatro años, fallecido el pasado sábado cuando fue alcanzado por un disparo fortuito mientras se encontraba en una cacería, recorre toda la provincia. Si el día en que ocurrió el trágico accidente Burguillos se convirtió en el escenario donde se intentó salvar la vida del pequeño, la ciudad astigitana ha sido este domingo un mar de lágrimas en la despedida del menor, cuya familia es muy conocida en este municipio de la Campiña.

A las seis de la tarde de este domingo ha recibido sepultura la víctima del disparo fortuito, cuyo autor pasará este lunes a disposición judicial, según han informado a Efe fuentes cercanas a la investigación. Se trata de un hombre de doble nacionalidad (italo-argentina), aficionado a la caza y que lleva muchos años residiendo en España.

Debido a que el juzgado de guardia que se ha hecho cargo del caso decretó desde el sábado el secreto de sumario, pocos datos han trascendido sobre las circunstancias que provocaron que el menor recibiera el disparo. Sólo se ha conocido que el niño se encontraba con su padre, quien regenta una empresa de seguridad privada en Écija y que, además, colabora de voluntario en Protección Civil. Así lo ha señalado este domingo el concejal de Seguridad Ciudadana del Consistorio astigitano, José Antonio Rodríguez.

Esta vinculación explicaría que las personas que se encontraban en ese momento en la cacería decidieran trasladar al pequeño (al agravarse su estado) al centro de salud de Burguillos (la localidad más cercana) y no esperar al helicóptero que desde el Servicio de Emergencias se había enviado a la finca La Lapa –donde sucedieron los hechos (en el término municipal de Guillena)– para evacuarlo.

Una vez en el ambulatorio, el servicio médico intentó durante dos horas salvar la vida del pequeño. Objetivo que no pudo conseguirse. El cuerpo del menor fue trasladado al Instituto de Medicina Legal de la capital hispalense, donde se le practicó la autopsia. De allí llegó este domingo al tanatorio de Écija, donde ha sido velado hasta su entierro.

Es la segunda muerte de un menor que se produce en una montería desde que comenzó la temporada cinegética

El sepelio ha tenido lugar a las 18:00 en el cementerio de la localidad, que ha abierto excepcionalmente a esa hora, algo inusual un domingo por la tarde. “Merece esa excepción y se ha dispuesto todo un dispositivo para que no haya problema”, han aclarado desde el Ayuntamiento de Écija. Los empleados del camposanto se han ofrecido a prestar esta ayuda.

La cuenta oficial del Consistorio astigitano en Twitter ha publicado un mensaje de pésame y apoyo a los familiares del pequeño, como sentir general de los vecinos, consternados desde que se conoció su muerte, aunque las primeras informaciones apuntaron a que el menor residía en Coria del Río: “En nombre de la ciudad de Écija y de todos sus habitantes, mostrar nuestro pesar y todo nuestro respeto y ánimo a nuestros convecinos y familiares del pequeño que ha fallecido en el fatídico accidente ocurrido en Guillena”.

Este trágico suceso ha reabierto el debate sobre la conveniencia de que un menor acuda a un acto de montería, en el que es habitual el empleo de armas de fuego. En este sentido, la Asociación Animalista Libera y la Fundación Franz Weber han reiterado “la necesidad de prohibir la presencia de menores de edad en las batidas”. Ambos colectivos recuerdan que es la segunda muerte de un menor en lo que va de temporada cinegética, tras la ocurrida en Valladolid el pasado otoño.

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