La teoría de la manta surge en el Betis

El encuentro ante el Celta supuso un punto de inflexión en el Betis, apareciendo lo que en el fútbol se conoce como la teoría de la manta.

En ella está envuelto el cuadro de Pellegrini desde el choque ante los de Vigo, y como también se pudo comprobar en Almería en una victoria conseguida a base de eficacia goleadora, fruto de innumerables ocasiones claras generadas, pero dentro de un sufrimiento defensivo que hace que los heliopolitanos hayan perdido esa fiabilidad atrás que venían mostrando hasta entonces. De ahí la necesidad, como bien ha indicado ya el Ingeniero, de hallar el equilibrio necesario entre la parcela ofensiva y defensiva, aunque siempre creciendo a partir de victorias como la conseguida en el Power Horse Stadium.

Rompió el Betis el bache de resultados con un triunfo ante el cuadro de Rubi que le permitió volver a la senda de la victoria, la cual deberá alargar en dos partidos venideros, ante Valladolid y Elche, claves para seguir alimentando esa ilusión de jugar la Liga de Campeones –siempre es positivo mejorar desde la victoria–.

Un bache de resultados que sin duda ha ido ligado a un bache de juego, el cual deben ir mejorando los verdiblancos en próximos compromisos. Sobre todo, encaminado a lograr ese equilibrio entre la parcela ofensiva y la defensiva, donde las sensaciones han dado un giro radical. Ya se vio ante el Celta que el Betis genera ahora mucho más en ataque y en Almería se corroboró. Produce ocasiones muy claras de gol y eso tiene varios motivos, como el hecho de que Canales haya recuperado la chispa. El cántabro firmó un gran partido ante el equipo de Rubi, con una capacidad muy alta de generar fútbol, participó en dos goles e hizo uno con un gran control con el pecho para elevar el balón sobre Fernando sin dejarlo caer al suelo. Pura magia.

Otro motivo de la mejoría en ataque es la movilidad de Juanmi. Ya marcó ante los celestes y ante los rojiblancos mostró esa virtud que tiene de asociarse y a la vez generar espacios a la espalda del rival para que los aprovechen sus compañeros, como Borja Iglesias o el propio Ayoze, aunque éstos andan desafortunados de cara a gol. Y también está aportando Rodri, que firmó ante los almerienses una muy buena primera parte, con gol y asistencia. Falta que se sumen otros baluartes de arriba, como es el caso de Fekir, que a estas alturas de la temporada debe empezar a ser mucho más determinante de lo que viene siendo este curso, dentro de la excelente calidad que atesora y la importancia que tiene su figura en el equipo bético. Luiz Henrique ha perdido protagonismo tras su exhibición en Vallecas, pero Pellegrini lo sigue teniendo presente, Joaquín seguro que tendrá su momento y Ayoze también debe aportar cosas. Willian José aún no aparece.

Esta mejoría ofensiva ha dado paso a la pérdida de fiabilidad defensiva. Atacar pero sin desprotegerse tanto, de ahí la teoría de la manta. "Hace falta recuperar el equilibrio", indicó Pellegrini tras la rueda de prensa que ofreció después del choque ante el Celta. Y en ello anda su equipo, pues ante el Almería la sensación de ser un equipo fiable en defensa quedó difuminada. Sufrió el Betis con el juego aéreo almeriense en los centros laterales y en las acciones a balón parado, y también con los balones a la espalda de los centrales béticos, ya que a excepción de Luiz Felipe, el resto de centrales no tienen la virtud de ser excesivamente rápidos y Luis Suárez y después El Bilal Touré se aprovecharon de ello.

Además, hubo fases en las que el partido entró en continuas idas y venidas a ambas áreas. Y en el caso del Betis eso se debió a que la línea de tres mediapuntas bajó la presión en la salida de balón del rival y eso dio lugar a que aparecieran los espacios entre líneas, como se vio en Almería desde el inicio de la segunda parte hasta que llegó el 2-2. Después, apareció Canales para poner pausa y echarse el Betis a la espalda y así llegó el 2-3. No obstante, siguió el partido siendo una especie de correcalles en el que Betis perdonó ocasiones muy claras para acabar ganando con mucho sufrimiento. La teoría de la manta aparece en el Betis.