Borja Iglesias es el objetivo número uno del Betis para la delantera, pero su llegada, ahora mismo, está muy complicada. Y es que el Espanyol se ha enrocado en las formas de pago que pretendía imponer en la operación y no accede a las pretensiones béticas, lo que ha paralizado una negociación que los dirigentes heliopolitanos querían dejar zanjada hoy.

Aunque García Pont, vicepresidente del Espanyol, admitió esa negociación abierta entre los clubes, la cuestión es que Chen Yansheng, dueño del Espanyol, insiste en que el Betis pague los 28 millones de euros de la cláusula de rescisión en esta misma temporada, con una postura de fuerza similar a la que está ejerciendo con el Atlético de Madrid en el asunto de Mario Hermoso.

En el Betis, mientras tanto, se pretendía pagar el fichaje en tres plazos, aunque afrontando un primer pago más elevado que los dos restantes. Esa negativa del Espanyol ha provocado una ruptura en la negociación y, ahora mismo, fuentes de la operación desconocen si la misma se podrá retomar en las próximas horas o días.

El acuerdo del Betis con Borja Iglesias era absoluto, pero el delantero sigue entrenándose con el Espanyol en su pretemporada, a la espera de un acuerdo entre clubes. El jugador entiende que no debe tomar una postura de fuerza y sí esperar una luz verde definitiva, una cuestión que, ahora mismo está difícil y que provoca que los dirigentes béticos ya estudien otros posibles refuerzos para el ataque como alternativas al deseado del gallego.

De hecho, el vicepresidente, José Miguel López Catalán, ha informado de primera mano hoy a Rubi en Faro tras el partido del estado de la operación, en una improvisada reunión en la que también estaban presentes Alexis Trujillo y Federico Martínez Feria.