El arbitraje de Muñiz Ruiz en Vallecas dejó daños colaterales en el Betis. Si el propio club reaccionó el domingo con un mensaje en las redes sociales en el que expresó su enfado con las decisiones del gallego, la jornada de reflexión de ayer, tras el descanso que el cuerpo técnico planteó a su plantilla, también estuvo cubierta de reacciones extrafutbolísticas.

Para empezar, el Departamento de Integridad de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), según informó mundodeportivo.com, denunció las amenazas recibidas por el presidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA), Luis Medina Cantalejo, quien incluso recibió protección policial en su domicilio.

Además, aunque el Betis en su protesta no aludió al exárbitro, el consejero José María Gallego sí que lo hizo en las redes sociales. "Comienza "el reinado" de Medina Cantalejo, superando las expectativas del guión previsto #respect", expuso el dirigente bético que se metió de lleno en esa corriente de las redes sociales que culpabilizó al presidente del CTA de lo sucedido en Vallecas.

El presidente del Betis, Ángel Haro, posa sonriente junto a Medina Cantalejo.

Tanto la reacción de Gallego como el mensaje del Betis pueden ser motivos de sanción, siempre y cuando, como ha hecho en otras ocasiones, el Departamento de Integridad de la RFEF dé traslados de los mismos al Comité de Competición. Precisamente, ante esa cuestión también se produjo una reacción de Claudio Bravo. "¿No sería mejor multar al y a los que cometen los múltiples errores en el partido, que culpa tienen los demás por decir la verdad? La multa para silenciar", escribió el experimentado portero en un tuit que posteriormente acabaría retirando.

También hubo trabajo para los servicios jurídicos heliopolitanos. El club presentará alegaciones por la tarjeta roja a Álex Moreno, al entender que el acta no recoge lo sucedido en el césped. El lateral, que sí estará para la Copa del Rey, se perdería en todo caso el duelo liguero ante el Alavés, aunque en el club, como ya manifestó el propio Manuel Pellegrini en la sala de prensa, sí se cree que la acción no fue bien juzgada ni por Muñiz Ruiz ni por Estrada Fernández desde la sala VOR.

"En el minuto 33 el jugador (15) Moreno Lopera, Álex, fue expulsado por el siguiente motivo: Dar una patada a un adversario en la cabeza con uso de fuerza excesiva en la disputa del balón. El jugador perjudicado tuvo que ser atendido debido a una brecha en la cabeza, pudiendo volver a participar en el encuentro", señaló Muñiz Ruiz en el acta del encuentro, una cuestión que en el Betis se pretende desvirtuar con las imágenes, atendiendo a las explicaciones que el propio Manuel Pellegrini expuso en la sala de prensa tras el partido. "El árbitro decide, pero antes tendría que ir a ver la jugada al monitor. El jugador baja mucho la cabeza, no es falta del que va a por la pelota con el pie sino del que baja la cabeza. Le impresionó la sangre. Antes de desequilibrar los partidos hay que estar muy seguro", señaló el preparador chileno.

Pellegrini, sentado en el banquillo en Vallecas.

Con todo, el club verdiblanco, comenzando por Pellegrini, quiere pasar página desde ya. Aunque internamente se seguirá manejando el asunto, la plantilla comenzará hoy a preparar el derbi copero del próximo sábado. El técnico ya había mostrado la ilusión del equipo por esta competición y el emparejamiento contra el Sevilla incluso elevó la relevancia del duelo. No quiere más distracciones Pellegrini con asuntos extradeportivos, por más que el arbitraje de Muñiz Ruiz siga coleando en el ambiente durante los próximos días.

El amargor del día después, con todas esas reacciones que se fueron produciendo, debe dejar paso a las cuestiones puramente deportivas. El técnico, que confía en recuperar efectivos para afrontar los tres partidos en seis días de la próxima semana –Sevilla en la Copa, Alavés y Espanyol en la Liga–, se fue orgulloso con el trabajo de su equipo en Vallecas y así se lo transmitirá hoy en la vuelta al trabajo.