El Betis forja un punto de acero ante el Real Madrid (0-0)

Betis-Real Madrid | La crónica

El equipo de Pellegrini brinda a su gente una memorable lección de entrega al límite para sujetar al Real Madrid y arrancar un empate a cero que le vale para su lucha

El campeón se aleja a 9 puntos del Barcelona

Pellegrini: "Las dos mejores ocasiones fueron nuestras"

Borja Iglesias, en una intensa pugna con Lucas Vázquez.
Borja Iglesias, en una intensa pugna con Lucas Vázquez. / Antonio Pizarro

Hay puntos raquíticos y puntos macizos, de puro acero, de un enorme peso, como el que arrancó el Betis ante su entregada gente tras 96 minutos de lucha sin cuartel con el Real Madrid. Literalmente, no hubo respiro. Acabaron derrengados por el esfuerzo todos los protagonistas, pero también agotados se fueron a sus casa los 52.212 espectadores que tuvieron la suerte de asistir al espectáculo y que no dejaron de animar ni un solo minuto. Y hasta los telespectadores debieron acabar con cierto cansancio ante el televisor, tal fue la titánica lucha de parte y parte desde que el balón echó a rodar.

Fue un 0-0 lleno, pleno. Y que hizo justicia. Y que debe reforzar moralmente al Betis para dos importantes citas en la semana que entra, la glamurosa visita a Old Trafford del jueves y la de Villarreal el domingo, donde aguardará un buen equipo que querrá subirse al tren de los aspirantes a la Champions.

De momento, el punto le debe saber muy dulce al Betis, que queda a tres puntos de una Real Sociedad que debe visitar el Benito Villamarín. Y le sabe dulce porque plantó cara al campeón sin tres de sus mejores piezas ofensivas, Canales, Fekir y Juanmi.

Manuel Pellegrini planteó un partido para jugadores de barba cerrada, sin respiro ni la mínima concesión. Sin esa enorme cuota de calidad que aseguran Sergio Canales y Nabil Fekir, más el peligro de Juanmi, la oposición al campeón de Liga y de Europa, a un equipo que hace nada fue capaz de dejar Anfield como un cementerio con el 2-5, hacía aún más necesaria la plena implicación colectiva sin el balón. Y los diez jugadores de campo que vistieron de verde y blanco dieron una hermosa lección de entrega sin cuartel. Entrega bien conducida, claro, que correr como pollo sin cabeza, ante todo un Real Madrid, es una vía segura hacia la derrota.

Pellegrini le puso grilletes a Vinicius en la banda con Sabaly en el lateral y Aitor Ruibal por delante. El catalán trabaja la banda que da gusto y no regateó una carrera hacia atrás. Su corazón desbocado fue el de todo el Betis. Y el extremo brasileño se acercó más a la versión atropellada de sus primeros partidos de blanco que al estilete letal que suele ser desde la pasada temporada. Mucho tuvo que ver en ello el trabajo estajanovista de los béticos.

En ese interlineado sin Fekir, Canales ni Juanmi, fueron Rodri y Ayoze quienes acompañaron a Ruibal para inyectarle un intenso dinamismo. Faltó a veces pausa, otras finura, como se vio en una acción en la que el Betis salió de mil trampas en la banda derecha y, con todo el Real Madrid basculado, erró en el último pase a Miranda, que hubiera encarado a Courtois. Pellegrini se lamentó con amargura de esa falta de precisión, pues sabía que la llave del partido estaba ahí, en aprovechar esas contadas concesiones del coloso blanco.

Y es que el Betis, hasta el intermedio, apenas llegó hasta el imponente guardameta belga. Su único tiro fue en una dejada de espaldas de Borja Iglesias en la corona del área que acabó en un tiro potente, pero centrado, de Ayoze que despejó con su manopla derecha Courtois.

¿Y el Madrid en ataque? Pues tampoco es que su producción fuera mucho mayor. Vinícius se enredó consigo mismo en la banda izquierda, Benzema anduvo con su excelso toque un tanto perdido y fue Rodrygo, con sus incursiones por dentro, quien sembraba la inquietud de verdad en la zaga verdiblanca.

El curso del partido pudo cambiar si el VAR no hace justicia al desenmascarar que es el brazo de Rüdiger el que envenena el golpe franco directo que Benzema envió a la red en el minuto 12. Hasta el descanso, el Madrid apenas amenazó más en un tiro alto de Vinícius a centro de Camavinga desde la izquierda (35’) y otro de Rodrygo que bloqueó Luiz Felipe al filo del descanso. El central bético, por cierto, volvió al carril del gran central que es si no se le inyectan los ojos en sangre y firmó un partido sobresaliente.

Tras el descanso volvieron a saltar los mismos protagonistas. Y nada de tomárselo con más tranquilidad. Nada de tregua. Prosiguió la lucha encarnizada en cada pelota. El Betis se cuidó de tirar la línea más atrás y en un robo muy arriba, Miranda llegó a la línea de fondo y sirvió un centro a Borja Iglesias, que engatilló con su zurda un tiro fuerte y al ángulo adecuado si delante no está Courtois. Pero estaba. El belga hizo su enésimo paradón como madridista (52’).

Cuatro minutos antes, en la única incursión realmente peligrosa de Vinícius, Benzema obligó a Claudio a una buena parada.

Ni uno ni otro cedió en su empeño en la zona ancha. Ayoze y Ruibal siguieron apretando arriba desde fuera, como Rodri –por dentro es otro futbolista– y Borja por dentro. Guido chocó lo que hizo falta con Tchouaméni. Luiz Felipe se anticipó a Benzema casi siempre.

Enfrente, el único que mantuvo la luz encendida fue Rodrygo. Sin embargo, el fino extremo brasileño mandó fuera un gran pase de Valverde desde la derecha tras una galopada imponente del uruguayo. El bote previo al golpeo le dificultó el remate (61’).

Cuando el cansancio empezó a aparecer, Pellegrini introdujo a Luiz Henrique por Ayoze y a Willian José por Borja. Ni un paso atrás. La misma intensidad cerca de Courtois. El Madrid, por su parte, no aportó su habitual pólvora desde el banquillo: Carvajal, Nacho, Dani Ceballos. Y muy al final, el jovencísimo Álvaro arriba. Ceballos la tuvo en un pase de Carvajal, pero perdonó (75’).

El partido se fue consumiendo sin que la banda sonora de la grada dejara de sonar. Todos, también los aficionados, acabaron agotados. Pero de lado verdiblanco, satisfechos. Y orgullosos.

Ficha técnica

Betis: Claudio Bravo; Sabaly, Pezzella, Luiz Felipe, Miranda (Abner, m.87); Guido Rodríguez, William Carvalho (Guardado, m.79); Aitor Ruibal (Joaquín, m.87), Ayoze (Luiz Henrique, m.71), Rodri; Borja Iglesias (Willian José, m.71).

Real Madrid: Courtois; Lucas Vázquez (Carvajal m. 58), Militao, Rüdiger, Camavinga (Nacho, m.63); Tchouaméni (Ceballos, m.63), Valverde, Kroos (Álvaro, m.87); Rodrygo, Benzema, Vinicius.

Árbitro: César Soto Grado (Comité Riojano). Amonestó a los locales William Carvalho (m.47+), Sabaly (m.51) y Borja Iglesias (m.51), y a los visitantes Camavinga (m.25), Militao (m.59), Rodrygo (m.59) y Vinicius (m.84).

Incidencias: Partido de la vigésima cuarta jornada de LaLiga Santander disputado en el Estadio Benito Villamarín ante 52.212 espectadores.

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