Real Betis | El reportaje

Empiezan los preparativos para un adiós atronador a Joaquín

El capitán bético Joaquín, en el entrenamiento de ayer por la mañana.

El capitán bético Joaquín, en el entrenamiento de ayer por la mañana. / Juan Carlos Muñoz

La cuenta atrás para que Joaquín Sánchez cuelgue las botas y sea una gran leyenda, nada menos que una gran leyenda y no sólo bética, también del fútbol español, ya se ha activado. La posibilidad de que el finísimo extremo portuense rebañe una temporada más es cada vez más remota y tendría una premisa: la clasificación para la próxima Liga de Campeones. Sería lo único que convencería a Joaquín de plantearse otra prórroga, siempre bajo la aquiescencia del club, claro. Pero tampoco es seguro que el rotundo éxito de acabar entre los cuatro primeros de la Liga mantenga al gran capitán con su sempiterno dorsal 17. “Sería una pequeña posibilidad, y si cristaliza, lo mismo es media temporada más, para despedirse de verdiblanco jugando la fase de grupos de la Champions”. Lo desvela una persona de su entorno más cercano, que suele quedar cada semana con él para comer y contarse sus cosas. Y reír a carcajadas, por supuesto.

Consabida la querencia de Joaquín a la risa y su carácter expansivo, los gestos circunspectos del protagonista en el banquillo, cada vez más habituales, arrojan ya señales de desgaste. Las imponentes cifras de share de sus programas televisivos, primero con El novato y luego con La penúltima y me voy (18,6% de share en su estreno) en Antena 3, de forma pararela, invitan a esta figura mediática a volcarse definitivamente en el mundo audiovisual, en los soportes convencionales o en esas redes que tanto lo adoran: Tik tok e Instagram.

“Sus minutos son aún de mucha calidad, su fútbol tiene la sabiduría de su larguísima experiencia y ni mucho menos sería una figura decorativa si prosiguiera una temporada más, pero en julio cumplirá 42 años ya y tiene prácticamente decidido cortarse la coleta en junio”, declara otro gran amigo suyo que compartió vestuario durante años y que ahora, bajo la rutina familiar, disfruta de su franca amistad.

En la cúpula del club verdiblanco ya se movilizan para ese señaladísimo día en que Joaquín diga “hasta aquí hemos llegado”. Y están organizando eventos que sólo el off the record impide detallar.

El club remite a la voluntad del protagonista cara al futuro. Y Joaquín atraviesa la temporada resignado al plan preconcebido de Manuel Pellegrini. El chileno administra las gotas de calidad de su capitán y su ascendencia sobre la hierba (cuando sale, no para de dar consejos a sus compañeros y de presionar al árbitro si hace falta). Ese plan dicta que, en la Liga, el portuense es suplente y a veces sale en los tramos finales de los partidos. De las 26 jornadas consumidas, Joaquín, que ha sido citado en 21 ocasiones (en las otras estuvo lesionado), ha tomado parte en 12. Y de ellas, sólo en Cádiz salió como titular, y jugando de enganche por dentro. Una hora larga jugó en el Nuevo Mirandilla.

Y curiosamente es eso, en torno a una hora, lo que ha venido jugando en Europa y en la Copa, siempre como titular. De las seis jornadas de la fase de grupos de la Europa League, sólo se perdió la última ante el Helsinki en el Benito Villamarín y por una lesión que luego lo privó jugar también el derbi. Antes, fue titular en Helsinki y en los dos partidos ante Ludogorets (golazo en Heliópolis, el único de su temporada por ahora) y la Roma. Y también jugó una hora, más o menos, en los dos duelos ante el Manchester United, así como en el partido copero de Ibiza, Pellegrini.

La pasada temporada, Pellegrini usó idéntica plantilla para su pieza más carismática del vestuario: actuó en la mitad de los partidos de Liga, más o menos (21) y en sólo dos fue titular. En cambio, en Europa League y Copa a menudo fue titular.

Esa progresión le va a dificultar mucho ver cumplido su sueño de batir esta temporada el récord de ser el jugador con más partidos en la historia de la Liga española, ahí es nada. Con 12 jornadas aún pendientes, Joaquín, con 612 partidos en sus piernas desde que debutara en 2001 en la máxima categoría, necesita actuar al menos un minuto en 10 de los partidos de Liga que quedan para igualar a Andoni Zubizarreta (622). Este factor también puede convencer a Joaquín de retractarse de su retirada y seguir otro añito si al final cae el fabuloso premio de la Champions. Es la premisa. Pero en su círculo ya organizan la fiesta del adiós.

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