Vía Augusta
Alberto Grimaldi
La conversión de Pedro
Análisis
El Betis se llevó el primer derbi de la temporada tras vencer 0-2 en Nervión, en un partido en el que volvió a verse el tremendo espíritu de identidad y pertenencia que sigue existiendo entre jugadores, cuerpo técnico, club y afición.
Y es que, en estos partidos de altísima rivalidad, el denominado veneno y la calidad de los futbolistas deben ir de la mano —amén de la veleidosa fortuna en momentos determinados—, y en el actual equipo de Heliópolis existe ese equilibrio. Por eso, el marcador final reflejó diferentes cuestiones a tratar en la resaca del primer derbi de la temporada.
El técnico verdiblanco, tras anunciar el club, en un buen movimiento, su renovación por una campaña más, salió todavía más reforzado del choque ante el Sevilla. Logró su primera victoria en el feudo nervionense y su segundo derbi consecutivo liguero ganando en una semana llena de adversidades en forma de bajas. Pero es ahí, con esa templanza y tranquilidad que transmite siempre —tanto en los buenos como en los malos momentos—, donde el Ingeniero se siente más cómodo. Planteó un partido en el que supo esperar el error del rival para asestar dos golpes definitivos. Firmeza atrás, con Natan y Bartra a buen nivel, y un Valentín Gómez extraordinario, permitieron dejar la portería a cero.
En ataque, tras gozar de la única oportunidad clara del primer tiempo en las botas de Abde, aguardó su momento en el segundo para abrir el marcador y poner tierra de por medio con el segundo tanto. Cambios justos y correctos en función de las ausencias y de lo que requería el partido. Además, el preparador santiaguino respondió en forma de victoria a todas esas críticas injustamente recibidas por el once que dispuso ante el Utrecht, demostrando —y ahí están los números— por qué es uno de los mejores (para muchos, el mejor) entrenadores de la historia bética.
La plantilla actual, al igual que las de las últimas temporadas, ha entendido perfectamente lo que es el Betis. Que todos los jugadores, incluidos los fichajes de este año, cantaran el himno completo al final del partido es sólo una prueba más, como también lo fue la celebración en la ciudad deportiva a la llegada del equipo tras el derbi. Ver a Antony, Valentín Gómez, Fornals, Llorente o Bartra —y sería injusto no nombrar a todos— cantar las mismas canciones que retumban en Gol Sur en cada partido es otra muestra del fuerte sentimiento de pertenencia que existe entre los futbolistas verdiblancos y el club.
Ahí cabe resaltar la labor de Manu Fajardo y Álvaro Ladrón de Guevara, sin obviar a Joaquín y otros miembros del club heliopolitano, que saben transmitir esa pasión necesaria en los derbis. Y dentro de todo ello, destaca también la unidad del vestuario para resistir y superar adversidades en forma de bajas importantes, algo que sigue presente —como en campañas anteriores— gracias a la mentalidad ganadora inculcada por Pellegrini. En definitiva, un sentimiento de pertenencia muy presente y muy vivo en este Betis.
En los derbis puedes tener mucho veneno, pero si eso no va acompañado de calidad, de poco sirve. Basta ver el gol de Pablo Fornals para comprobarlo: al magnífico futbolista verdiblanco no le temblaron las piernas en absoluto para robar la pelota y, a base de amagos y recortes, sortear rivales y mandar el balón al fondo de la red. Sin Isco, Amrabat, Lo Celso ni Antony, entre otros, los verdiblancos sacaron a escena su punto de calidad para, dentro de su plan de esperar el error del rival, acabar inclinando la balanza.
Con sus virtudes y defectos, los resultados están ahí, y los verdiblancos son un equipo que, tanto al calor de su afición como a domicilio, se siente cómodo. Y hay un dato que lo corrobora: el Betis sólo ha perdido 1 de los últimos 21 partidos jugando fuera de casa (Atlético 4-1 Betis), con un saldo de 10 victorias y 10 empates en los otros 20 encuentros. Esto demuestra un equipo con una identidad propia de juego y una profunda convicción de los jugadores en la idea de su entrenador.
En un calendario tan apretado, el Betis aparca ya la resaca del derbi y se centra en el choque del próximo miércoles ante el Torrent, en la segunda eliminatoria de la Copa del Rey. Un encuentro que los de Pellegrini tratarán de sacar adelante antes de la gran prueba del sábado en el Estadio de La Cartuja: la visita del líder, el Barcelona. Que el ritmo no pare.
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