Real Betis - RCD Espanyol

La crónica | William Carvalho diseña la jornada perfecta para el Betis (3-1)

  • El luso adelanta unos metros su posición y aprovecha el fútbol pastoso por el fuerte calor para desequilibrarlo todo

  • Los verdiblancos derrotan con claridad al Espanyol y aprovechan las derrotas de la Real Sociedad y el Villarreal

  • Así le hemos contado el Betis-Espanyol

William Carvalho se marcha del campo recibiendo el merecido aplauso de todos los béticos.

William Carvalho se marcha del campo recibiendo el merecido aplauso de todos los béticos. / Antonio Pizarro

El Betis recupera el emoticono de la sonrisa para todos sus aficionados. Los verdiblancos no sólo se impusieron con comodidad al Espanyol en la calurosa tarde sevillana, sino que, además, invirtieron completamente el balance de la jornada anterior. Esta vez disfrutaron de sumar los tres puntos mientras que la Real Sociedad y el Villarreal se quedaban con su contador a cero en la tabla clasificatoria. Justo al revés, porque hasta el cuadro de Quique Setién pasaba de ganar en el Santiago Bernabéu a caer en su feudo contra el Valladolid. Maravillosas noticias, pues, para lo que interesa por aquí, que es el nuevo triunfo de la tropa de Manuel Pellegrini.

Eso es lo único que pertenece al análisis en un periódico radicado en Sevilla, el hecho de que las dos entidades de la ciudad sean capaces de ganar mucho más de lo que pierden. El Betis, en este caso, lo está llevando a cabo durante el presente curso y en el partido concreto frente al Espanyol supo plasmar en el marcador las diferencias que existen en estos momentos con un adversario que coquetea con el descenso a la Liga SmartBank y que no ha sido capaz de reaccionar con la llegada de Luis García a su banquillo en el lugar de Diego Martínez.

El Betis ni siquiera necesitó meterle una marcha más a su fútbol para sumar los tres puntos con relativa comodidad, pues sólo se vio apurado en el número de saques de esquina y sendos paréntesis en el arranque de cada uno de los dos periodos. Conocidas las ausencias de Canales y Aitor Ruibal por sanción para sumarse al añorado, con toda la razón, Fekir y los también lesionados Pezzella y Sabaly, Pellegrini recompuso el equipo con mucha coherencia. Adelantó a William Carvalho para que aprovechara el ritmo pastoso en el que se debía desarrollar la tarde debido al fuerte calor, colocó a Guardado por detrás junto a Guido Rodríguez y le dio la oportunidad a Montoya en el lateral derecho después de mucho tiempo. El resto era más o menos similar al once inicial del Cádiz con la salvedad de la presencia de Luiz Henrique en el extremo derecho.

Ayoze llega al pase de Luiz Henrique para anotar el 1-0 para el Betis. Ayoze llega al pase de Luiz Henrique para anotar el 1-0 para el Betis.

Ayoze llega al pase de Luiz Henrique para anotar el 1-0 para el Betis. / Antonio Pizarro

Y con semejantes peones, los béticos cedieron inicialmente el control del juego al Espanyol. Los catalanes se iban arriba e incluso gozarían de algunas llegadas a través de un montón de saques de esquina y de faltas laterales que ponía con peligro Nico Melamed. Pero la defensa verdiblanca estuvo muy sólida para todos los despejes, algo que era complicado con especialistas como Joselu o Braithwaite y con la altura del central mexicano Montes. También Rui Silva estuvo muy concentrado siempre en balones que podían convertirse en sustos y que sólo se quedaron en peligrosos.

Ritmo lento

En un partido con un ritmo muy lento debido a la elevada temperatura, en el que prácticamente sólo corría el poseedor del balón y alguno de los compañeros que tenía más cerca, donde no convenía desgastarse más de la cuenta con carreras al espacio, William Carvalho se fue haciendo el dueño de la situación con su calidad para distribuir en esas distancias cortas. Y el Betis también iba a demostrar una tremenda eficacia en un tramo que sería decisivo para el devenir del litigio.

Después de protegerse atrás con firmeza, el tramo entre el minuto 25 y el 35 se iba a convertir en el definitivo para que se viviera una tarde feliz. Primero irrumpió Luiz Henrique por la derecha para sorprender a Cabrera, pues antes, en otra acción igual, se había vuelto incluso por no centrar con la pierna derecha.

Pero esta vez fue diferente y el joven brasileño sí se atrevió a utilizar su pierna menos buena. El balón fue perfecto para que Ayoze engañara a Rubén Sánchez en su marcaje y fuera capaz de rematar a puerta vacía con absoluta tranquilidad (27’).

El cuadro heliopolitano se había puesto por delante y no iba a tardar mucho en ensanchar las distancias casi de forma definitiva. Balón magnífico de William Carvalho para la irrupción de Ayoze y su pase atrás era golpeado de forma magnífica por Miranda (34’).

Parecía que el asunto estaba casi concluido, sobre todo cuando Pacheco después se tuvo que emplear a fondo ante Luiz Henrique (36’) y el propio extremo brasileño iba a tener la última antes del intermedio en un buen pase profundo de Borja Iglesias, tal vez lo único que hiciera el delantero centro además de fajarse con los centrales rivales (47’+).

El descanso no podía ser más plácido para todos los béticos, pero nada más reanudarse el juego todo se iba a complicar con una chilena de Omar Montes tan estética como inesperada. El Espanyol apretó a base de córners y en el número 12 llegó a tener su mejor opción a través de un testarazo en solitario de Joselu (59’), pero el fútbol consiste en acertar y no en asustar.

Retoque táctico de Pellegrini

Pellegrini sacó del campo a Borja Iglesias y modificó ligeramente el sistema para colocar a William Carvalho y Ayoze como pareja de delanteros con Rodri jugando en la izquierda en una línea de cuatro con Luiz Henrique, Guido Rodríguez y Guardado. Acierto total del ingeniero en su interpretación del juego, pues eso supuso que los suyos dejaran de sufrir atrás.

Avisó William Carvalho, salvó Luiz Felipe ante Joselu al interceptar un disparo, llegó el remate de cabeza del delantero de la selección española antes citado y lo que se contabilizó en el marcador fue un gran control de William Carvalho, que se dejó el balón botando en el interior del área para empalmarlo con seguridad con un magnífico disparo cruzado (69’).

Punto final, el Betis había resuelto con solvencia la prueba y recuperaba los tres puntos ante la Real Sociedad y el Villarreal para volver a meterse con derecho propio en las quinielas por la presencia en la próxima Liga de Campeones. Con William Carvalho al mando en un ritmo ideal para el portugués, magníficas noticias para todos los béticos.

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