Real Betis-alavés · la crónica

El enésimo bochorno (1-4)

  • El Betis cae goleado en Heliópolis ante un Alavés plagado de suplentes que le pasó por encima aprovechando los fallos de la zaga verdiblanca.

  • El décimo puesto, inalcanzable.

La enésima decepción. Otro espanto. Y van... No hay calificativos negativos para definir la goleada que encajó el Betis ante un Alavés más que en chanclas que se paseó, en el segundo tiempo, en Heliópolis. Muy pobre, paupérrima la imagen que los verdiblancos ofrecieron a una afición que se marchó con otro amargo sabor de boca viendo el partido, sobre todo en defensa, que realizó su equipo. No hay excusas para el partido realizado por el equipo de Víctor Sánchez del Amo, quien hace poco hablaba de un Betis en un crecimiento claro... Hasta que llega San Mamés y ahora un rival, con todos los menos habituales en el campo, para devolverlo a la realidad. Una realidad como que el Betis no puede ya, siquiera, igualar el décimo puesto del curso pasado. Así de triste y real.

Y eso que salió el Betis con un once ofensivo. Rubén Pardo, Dani Ceballos y Joaquín en el centro del campo y Rubén Castro y Álex Alegría en ataque, mientras que en el Alavés, Mauricio Pellegrino puso en liza un once plagado de suplentes. Y el resultado fue una primera parte muy pobre en juego y en ocasiones. Poco fútbol. Hasta el aburrimiento apareció por momentos, pues el choque comenzó sin un dominador claro y con continuas pérdidas de balón por ambos contendientes. Dani Ceballos y Joaquín estuvieron desaparecidos, y sólo Rubén Pardo estuvo algo más entonado.

De hecho, el gol bético llegó en el primer lanzamiento a portería de los verdiblancos en doce minutos de partido. El jugador cedido por la Real Sociedad cazó un rechazo, desde la frontal del área, y su disparo acabó en el fondo de la portería de Ortolá tras desviar la trayectoria Feddal con su rodilla derecha. Ventaja para un Betis ante un rival que rozó el empate, poco después, en una ocasión muy clara de Rubén Sobrino, a pase de Óscar Romero , que tras revolverse ante Mandi –horrible primera parte del internacional argelino–, enganchó un inocente disparo que detuvo Adán sin problemas.

A raíz de esa jugada, el choque entró en una fase de continuas interrupciones y fallos en las entregas del balón por dos contendientes que estabán ofreciendo un flojo partido, aunque, de nuevo, fue el Alavés el que tuvo otra clara oportunidad, de nuevo, en las botas de Rubén Sobrino para haber hecho el 1-1. Sin embargo, el mediapunta alavesista desaprovechó un claro mano a mano ante el meta bético. Y eso le pudo costar caro al cuadro vitoriano, pues a renglón seguido apareció Rubén Castro para enganchar un zapatazo con la derecha que acabó en el poste y con Joaquín en fuera de juego cuando se disponía a marcar tras llegarle el balón. Parecía, entonces, que el Betis había espabilado, con Dani Ceballos algo más espabilado, pero fue un espejismo, ya que el Alavés volvió a rozar el empate en la última acción de peligro de una sosa primera parte. Falta que saca Óscar Romero, peina Christian Santos y Feddal aparece en el segundo palo mandando al balón atrás pero sin encontrar rematador. Dos ocasiones claras para el Betis, y dos y un susto para los visitantes en unos tediosos primeros 45 minutos en Heliópolis.

Aficionados se marchan del campo mucho antes del final. Aficionados se marchan del campo mucho antes del final.

Aficionados se marchan del campo mucho antes del final. / Antonio Pizarro

No obstante, ese tedio desapareció nada más comenzar la segunda mitad. Fallo de Tosca en el despeje, entrada absurda de Mandi a los pies de Krsticic y éste engancha un zapatazo con la pierna izquierda que acabó en el fondo de la portería de Adán. Regalo de un Betis que en defensa fue un desastre. ¿Para cuándo centrales de nivel? Y sin tiempo para digerir el 1-1 llegó el segundo gol del cuadro de Pellegrino, que volvió a ofrecer esa imagen de equipo sólido, sin fisuras, bien plantado y aprovechando sus oportunidades. En este caso, los fallos del cuadro verdiblanco, como el que dio origen al tercer gol albiazul. Mala entrega bética en la medular y contra alavesista. Vigaray le gana el balón a Durmisi en el córner y le pasa el balón a Christian Santos, que adelantándose en su marca a Mandi –otra vez el argelino errando– bate a Adán.

Lamentable la imagen de un Betis que ante un rival con la mente puesta en al final de Copa del Rey acabó haciendo el ridículo. ¿Qué base hay para el año que viene? ¿Tres o cuatros fichajes nada más? ¿Y el entrenador? Sólo con algo de amor propio se fue el equipo de Heliópolis arriba, intentándolo por las bandas y por medio de Ceballos, pero todo quedó en nada. De hecho, y con las gradas todavías más vacías de lo que estuvieron ayer –entre el puente, la Feria y la temporada del Betis– el Alavés hizo el cuarto en el tiempo de prolongación. Repaso de los vitorianos a un Betis al que le urge una catarsis total en todos sus estamentos. Sobre todo, en el dirigente.

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