A Víctor Sánchez del Amo, entrenador del Betis, es díficil sacarle un mensaje que no lleve preparado a su conferencia de prensa. Tras la derrota con el Alavés, el técnico iba preparado para reconocer las numerosas facilidades ofrecidas por su equipo, pero nada más. Su figura volvió a quedar muy tocada tras las protestas de la grada, por lo que Víctor evitó hablar de su futuro y el del equipo, ese mismo que 24 horas antes apuntaba como en crecimiento constante.

"Más enfadado que nosotros o igual se habrá ido la afición. Los primeros cabreados somos nosotros. La lectura es muy simple. Nos enfrentábamos a un rival especialista defensivo, que ha venido a esperar y salir al contragolpe y ha sacado su fruto. Se lo hemos puesto muy fácil. Después de haber hecho lo difícil de adelantarnos, han sido tres regalos nuestros los que le han permitido darle la vuelta. Hemos regalado el balón y las han aprovechado. Luego nos ha costado mucho, dejan muy pocos espacios. No hemos sabido manejarlo. Cuando regalas en la máxima competición, lo pagas", analizó Víctor, que insistió en ese mensaje en su posterior respuesta: "Es un partido que teníamos que manejarlo. Lo hemos hablado en el descanso, que la única ocasión en contra la podíamos propiciar nosotros y ha pasado eso. Toca aprender de los errores y a preparar el siguiente partido".

La siguiente pregunta al técnico verdiblanco apuntó hacia esu futuro más allá del mes de junio, pero ahí se detuvo el discurso. "Nuestro futuro es el siguiente partido, es lo único que tenemos en la cabeza.Analizar este partido y preparar el siguiente", manifestó Víctor, con una escapatoria ya utilizada en multitud de ocasiones ante la imposibilidad de encontrar mensajes alentadores. "Los balances los hacemos al final de temporada. Aún quedan algunas jornadas y entonces será el momento de hacer el balance. Hay que jugar tres partidos todavía", dijo el preparador bético, en otra evasiva con la que finalizó su comparecencia.