La fuerza del grupo, el otro éxito del Betis de Pellegrini
El conjunto verdiblanco se presentó en Nervión sin cinco teóricos titulares, con dos futbolistas que jugaban de inicio por segunda vez en la liga y con otro reconvertido en el lateral izquierdo
El Betis del derbi: calidad para decidir, veneno para competir e identidad para creer
Ni un sólo lamentó salió de la boca de Manuel Pellegrini por las importantes ausencias con las que debía presentarse en Nervión. Nunca pensó en los que no iban a estar, sino en exigir futbolísticamente a los que les tocara jugar. Y eso hizo. Porque en el primer derbi de la temporada el chileno salió de inicio con un jugador que hasta hora no ha rendido como se esperaba como Deossa y con un joven canterano, Pablo García, que afrontaba su primera cita de esta envergadura. Una titularidad antes del derbi había disfrutado el sevillano; dos el colombiano. A esos movimientos inesperados hay que sumar el de Valentín Gómez, ya que por mucho que estuviera claro que iba a jugar no hay que obviar que no juega en su posición natural. El que venía como cuarto central se ha convertido en el lateral titular.
El plan de don Manuel se cumplió a la perfección: “Lo importante en este triunfo fue venir con personalidad a campo contrario, como siempre. Queremos ser protagonistas con los futbolistas que tengamos disponibles y el grupo está muy involucrado. Dentro del mérito de tener jugadores importantes, tenemos el convencimiento de que no hay equipo A ni B y ganar sin Isco, Amrabat o Lo Celso aumenta más el valor de este plantel. Nunca pensamos en hacer un planteamiento distinto por las bajas. Los que no están hoy estarán otro día y los que estaban cumplieron y para mí eso es muy importante", afirmó el técnico chileno tras una victoria en la que siempre puso el foco en el compromiso e implicación de toda la plantilla.
Deossa y Marc Roca, la pareja de medio centros llegaron al duelo hispalense sumando apenas entre los dos 500 minutos en liga. No hacía falta crear tanto, sino ganar duelos cubrir espacios y dar rápida salida al balón. Esperar al rival y no fallar.
En los laterales la apuesta por el lesionado Bellerín fue Ruibal. Subió menos que otros días consciente de que era el día para exponer menos. A Valentín Gómez le pasó lo mismo por la izquierda, aunque en su caso es porque es un central reconvertido y sus problemas para centrar desde la banda son evidentes. Eso sí, atrás cumple como el mejor y Pellegrini tiene claro ya es para los partidos importantes está hoy por hoy por delante de Ricardo Rodríguez y Junior.
“Pablo García era el que mejor podía reemplazar a Antony, encarador, con buen remate... Respondió dentro de lo que esperábamos. Tiene muchas cualidades, aunque aún le falta para estar en la élite, pero con este tipo de partidos se va curtiendo”, dijo Pellegrini sobre el canterano, que llegaba al derbi con menos 200 minutos disputados en la liga.
Y si con tantas bajas (seis teórico titulares como Pau López, Bellerín, Antony, Lo Celso, Isco y Amrabat) varios futbolistas dieron un paso adelante, con las sustituciones pasó lo mismo. Sergi Altimira no jugaba un partido liguero desde el 5 de octubre (cinco partidos sin jugar), en la otra victoria a domicilio en Cornellà (1-2). El catalán ha encontrado su sitio en la competición europea, pero en el campeonato nacional con el fichaje de Amrabat, la recuperación de Marc Roca y la apuesta por Fornals algo más retrasado le ha quitado protagonismo. Pese a ello aprovechó su momento apareciendo como goleador en ataque y cumpliendo en su función en el medio desde que salió a media hora del final.
Y lo mismo pasó con Ángel Ortiz, que suma más minutos en Europa que en la liga. El extremeño apenas sumaba hasta el derbi 100 minutos en liga y había jugado más en Europa y casi lo mismo que en un solo partido de Copa del Rey. No tenía minutos en liga desde el triunfo ante el Osasuna a finales de septiembre y antes sólo fue titular contra el Athletic. Y así las cosas, otro que cumplió desde que salió al campo en un choque de tanta responsabilidad.
Las palabras de Pellegrini no son algo baladí. La fuerza de su Betis está en el grupo y en una idea futbolística que, con sus variantes, todos los jugadores saben aplicar en cualquier situación. El Ingeniero demostró con hechos que fue una realidad eso de no lamentarse por los que no están, sino exigir a los que están.
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