Se acabó el camino europeo en Heliópolis. El techo de cristal en competición europeo vuelve a hacerse cemento armado para los verdiblancos y superar los octavos de final tendrá que esperar, como poco, un año más. La eliminación contra el Manchester United se mascaba ya desde el 4-1 encajado en Old Trafford, aunque ello no impidió que más de 50.000 béticos acudieran al Benito Villamarín en un día laborable para apoyar al equipo. Un dato que puede reflejar mejor que ningún otro el crecimiento del Betis de Manuel Pellegrini, que fue capaz de generar ilusión entre los suyos pese a la entidad del rival y el claro marcador en contra.

La ilusión es el verdadero crecimiento de un equipo que se despidió de Liga Europa aplaudido por su afición, no tanto por la eliminatoria o el partido ante el United sino como muestra de apoyo para lo que queda por delante en la temporada con un reto mayúsculo y que ya no es tabú. "Aún quedan objetivos importantes por los que pelear como la Champions", aseguró uno de los capitanes del vestuario, Guardado. "Para seguir haciendo un Betis grande hay que seguir compitiendo de esta manera. Estamos en la pelea, pero falta mucho. Debemos seguir partido a partido para conseguir el objetivo", añadió Pezzella.

Y buena parte de sus opciones se las jugará en casa, donde le quedan siete de los 13 encuentros que restan en LaLiga, a pesar de que el conjunto bético ha sumado los mismos puntos como local y a domicilio en lo que va de curso: 21.

Sin embargo, por Heliópolis deben pasar desde rivales directos como la Real Sociedad a conjuntos a los que, sobre el papel, se les debe ganar como el Cádiz, Espanyol, Getafe o el propio Mallorca este domingo (14:00) si de verdad el equipo heliopolitano quiere presentar su candidatura a jugar la Liga de Campeones. La temporada se cerrará en el Benito Villamarín ante el Valencia. Y la clave de esa ilusión generada tiene dos patas: la fe (casi) ciega de la afición en el Ingeniero y, como el propio técnico indicó, la comunión generada entre el equipo y la grada desde el fútbol: "Sentimos el apoyo de la gente. Es imposible no hacerlo en un estadio lleno con casi 55.000 hinchas. La afición cree en el equipo porque sale a buscar los partidos siempre, independientemente de cual sea el rival y eso ha generado una gran comunión entre la plantilla y la afición que ayuda mucho", explicó el preparador chileno tras la cita de este jueves.

Rui Silva, a la conclusión del último duelo europeo.

Según datos de Besoccer, la media de espectadores en el Benito Villamarín en los partidos de la Europa League de esta campaña se situó en 47.035, superando en 11.000 la cifra de la pasada campaña (36.035). Ante el Manchester United la entrada oficial fue de 54.643 espectadores, superando los 54.034 personas que presenciaron en directo el derbi contra el Sevilla y los 52.472 que se dieron cita ante la Roma. "Sinceramente, no estoy sorprendido de que hubiera 54.643 espectadores en el Villamarín. Vivir esto cada semana hace que una locura nos parezca normal", apuntó Borja Iglesias.

En LaLiga, en la que ha disputado 12 partidos en casa, la media es de 51.082 aficionados por partido, un 23% más que los 41.652 que asistieron de media la pasada campaña siendo el cuarto estadio del campeonato con mayor asistencia, superado por el Camp Nou, el Santiago Bernabéu y el Metropolitano.

Este Betis, el gigante al que venía despertar Antonio Cordón, sigue si superar su tope en Europa, en la Copa del Rey cayó contra el Osasuna en casa y se despidió con honores de la Supercopa de España en semifinales. Y la ilusión del bético sigue intacta. Queda LaLiga para que el equipo de Pellegrini siga alimentando esta verdadera vara de medir del llamado crecimiento.