10 indicadores de una baja autoestima infantil: "Es uno de los predictores de la felicidad de tu hijo"

Los niños comienzan a construirla desde los primeros años de vida y la familia es el núcleo principal para ello

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Los niños y su autoestima
Los niños y su autoestima / Pexels

Uno de los aspectos fundamentales en el desarrollo emocional, social y cognitivo de los niños es la autoestima. Esta se define según la psicología como la valoración que tiene cada pequeño sobre sí mismo, las capacidades y el valor de su propia persona. Si estos poseen una alta autoestima serán capaces de enfrentarse a retos, tener relaciones sanas y expresar las emociones sin altibajos. Sin embargo, el problema llega cuando tienen una baja autoestima, ya que pueden aparecer limitaciones en la confianza, aparecer la inseguridad y dificultar la adaptación en los distintos ámbitos de la vida.

Los niños comienzan a construir la autoestima desde los primeros años de vida. Los pequeños comienzan a formar una imagen de sí mismos a partir de las experiencias que viven y de los mensajes que reciben del entorno. La familia es el núcleo principal y juega un papel decisivo: los gestos de cariño, la atención, la validación de sus emociones y la forma en que se corrigen sus errores influyen profundamente en su percepción personal. Un niño que se siente querido y valorado desarrolla un sentido de seguridad interna que lo acompaña a lo largo de su crecimiento.

El reconocimiento es otro elemento clave para fortalecer la autoestima. Valorar los esfuerzos más que los resultados ayuda a que los niños comprendan que cometer errores es parte del aprendizaje. Cuando un adulto destaca la dedicación y el empeño en lugar de exigir perfección, el niño aprende a perseverar y a no sentirse derrotado ante una equivocación. Además, el reconocimiento fomenta la motivación intrínseca, es decir, el deseo de superarse por sí mismo y no solo para satisfacer las expectativas externas.

La autonomía también es esencial en este proceso. Permitir que los niños realicen pequeñas tareas por sí solos, tomen decisiones acordes a su edad y enfrenten desafíos adecuados fortalece su sentido de competencia. Los niños necesitan experimentar que son capaces, que pueden resolver problemas y que su opinión tiene valor. Esto no solo incrementa su autoestima, sino que también desarrolla su responsabilidad y capacidad de juicio.

El ámbito escolar constituye otro escenario decisivo. En la escuela, los niños interactúan con sus compañeros, se enfrentan a nuevas exigencias académicas y amplían su visión del mundo. Los docentes tienen la oportunidad de promover un ambiente de respeto, inclusión y apoyo donde cada estudiante se sienta valorado. Cuando un niño percibe que puede participar sin miedo, que sus ideas son escuchadas y que su esfuerzo es reconocido, su autoestima se ve fortalecida.

Cuáles son los indicadores de una baja autoestima infantil

  1. Hablan mal de sí mismos o directamente no hablan de ellos.
  2. Presentan muchos miedos, pero no miedos evolutivos, sino miedos por cuestiones cotidianas, como por ejemplo, ir al baño solo.
  3. Aunque sean cosas que ya saben hacer o no son autónomos o dependen de los adultos o se muestran muy inseguras para hacerlas. Y si encima perciben que les va a costar o no lo intentan o se rinden a la primera.
  4. Se quedan en un segundo plano en situaciones sociales o situaciones que no controlan, no están cómodos.
  5. En habilidades sociales no tienen facilidad para establecer vínculos sanos y cuando lo hacen lo suelen hacer con grupos reducidos.
  6. Tienen muy poca tolerancia a la frustración.
  7. A la hora de expresarse, especialmente si no es con sus padres, apenas miran a los ojos, hablan en voz baja y no lo hacen de forma fluida.
  8. Les cuesta expresar sus emociones. De hecho, no sé, o palabras sueltas suelen ser sus respuestas más comunes cuando le preguntas.
  9. Suelen centrarse mucho más en lo negativo, aunque sea solo una cosa, que en todo lo positivo.
  10. Si le preguntas a tu hijo que te diga en un minuto cosas que le gustan de sí mismo, te dirá pocas o le costará.

Referencias bibliográficas:

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