Cardiología

Nueva herramienta terapéutica para la patología cardiovascular

  • El tratamiento para la reducción del colesterol basa su mecanismo de acción en el ARNip y su posología facilita el cumplimiento terapéutico

La doctora Rosa Fernández durante el último congreso de la Sociedad Española de Cardiología.

La doctora Rosa Fernández durante el último congreso de la Sociedad Española de Cardiología. / M.G.

El Ministerio de Sanidad ha aprobado esta semana la financiación en el Sistema Nacional de Salud de inclisirán, comercializado como Leqvio por Novartis, el primer y único tratamiento basado en ARN de interferencia pequeño (ARNip), para reducir el colesterol unido a lipoproteínas de baja densidad (c-LDL) aprobado en Europa. Según la doctora Rosa Fernández Olmo, presidenta de la Asociación de Riesgo Vascular y Rehabilitación Cardiaca de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), que ha celebrado en Málaga estos días su congreso anual, se trata de un fármaco muy novedoso en su mecanismo de acción al ser la “primera vez que se utiliza un ARNip que impide que se sintetice una proteína y supone una innovación importante en la reducción de los niveles de colesterol para abordar la patología cardiovascular”.

Su indicación se ciñe a aquellos pacientes con una enfermedad ya establecida

Teniendo en cuenta las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte, y responsables de una de cada cuatro defunciones, las innovaciones en este ámbito son especialmente bienvenidas. “Su indicación está orientada a pacientes de alto riesgo, con enfermedad cardiovascular ya establecida; personas que ya han tenido un infarto previo, o un ictus previo, que tengan algún tipo de manifestación de la enfermedad cardiovascular aterosclerótica y que tengan niveles de LDL por encima de 100 a pesar de recibir un tratamiento convencional con estatinas”, explica Fernández, que desempeña su labor como especialista en el Complejo Hospitalario de Jaen. Además, “ha demostrado su capacidad en la reducción del colesterol LDL en prácticamente un 50% y se sitúa dentro de las terapias intensivas para la reducción del colesterol, aumentando el arsenal terapéutico”.

Asimismo, destaca la aportación de su posología, ya que “tras la primera dosis, la siguiente se pone a los tres meses y luego solo requiere una dosis de mantenimiento semestral, lo que simplifica el cumplimiento de la medicación”. Esto facilita la adherencia terapéutica en comparación con otros tratamientos de uso diario.

Las novedades previas en este ámbito estaban también orientadas a los inhibidores de proproteína convertasa subtilisina kexina tipo 9 (iPCSK9), pero se basaban en anticuerpos. “El funcionamiento de inclisirán es distinto, aunque comparte esa misma diana, pero se basa en el ARNip, un mecanismo que está abriendo la puerta a más terapias innovadoras”, matiza la doctora Fernández.

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