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Diverticulitis: qué es y quién puede padecerlo

Doctor explorando el estómago de una mujer tumbada en camilla.

Doctor explorando el estómago de una mujer tumbada en camilla.

La diverticulitis es una enfermedad que afecta al sistema digestivo, específicamente el colon y se caracteriza por la inflamación o infección de los divertículos, que son pequeñas bolsas o sacos que se forman en la pared del colon y que, a su vez, son áreas débiles en la pared del intestino grueso que pueden hincharse o inflamarse, causando molestias y problemas digestivos.

Una persona padece diverticulitis cuando los divertículos se obstruyen con heces, bacterias u otros desechos, produciendo inflamación y puedes detectarlo a través de la presencia de síntomas comunes como el dolor abdominal, sensibilidad en el área afectada, fiebre, cambios en los hábitos intestinales y posiblemente náuseas y vómitos, entre otros. 

El tratamiento puede variar desde cambios en la dieta ya que hay unos alimentos que son más adecuados que otros durante el periodo de la enfermedad. También se puede prescribir medicamentos, llegando, incluso, a la intervención quirúrgica para los casos más graves. Es recomendable que ante el más mínimo indicio de sospecha, se acuda al médico para un diagnostico seguro y un plan de tratamiento apropiado.

Personas más propensas

Un 70% de los divertículos suele aparecer en personas mayores de 70 años aunque puede darse a edades más tempranas. También depende del género, por ejemplo, en menores de 50 años, suelen haber más casos entre el género masculino. Sin embargo, si se supera esta década, el femenino es el grupo con mayor índice de personas con esta patología ya que, se asemeja, a la aparición de la menopausia. 

Esto es así porque los cambios hormonales que se producen en esa etapa de la vida de las mujeres contribuye a la inflamación crónica, unido al factor de la edad que, de por sí, es un atractivo para las enfermedades inflamatorias. A nivel hormonal, el estrógeno funciona como un potente factor antiinflamatorio. Por eso, las alteraciones del ciclo hormonal durante la transición a la menopausia hace que se active el sistema inmune y, a su vez, contribuye a la inflamación crónica.

La bajada de estradiol, que es el principal estrógeno que produce el ovario, fabrica un elevado número de citoquinas que son pequeñas proteínas que controlan el crecimiento y la actividad de otras células del sistema inmunitario y de la sangre, provocando un efecto inflamatorio. Rápidamente, el cuerpo responde con dolor corporal, articular y muscular, fatiga e insomnio, depresión, ansiedad y alteraciones en el estado de ánimo, complicaciones gastrointestinales, cambios en el peso corporal e infecciones que aparecen de forma recurrente.

Alimentos que debes evitar

Cuando no se consume suficiente fibra, hay más probabilidad de que se pueda producir estreñimiento y heces duras, algo que puede favorecer la aparición de divertículos. Cuando hay estreñimiento y se hace un esfuerzo por expulsar las deposiciones, aumenta la presión en el colon o en los intestinos y esto puede llevar a la formación de esas bolsitas.

Cuando aparece un dolor de tipo cólico, lo más adecuado es eliminar, de manera temporal, los alimentos que fomenten la eliminación de residuos, es decir, los que contienen más fibra. De esta manera, es recomendable una dieta baja en FODMAP que incluye los siguientes alimentos y que hay que evitar durante la diverticulitis:

  • ciertas frutas, como manzanas, peras y ciruelas
  • alimentos lácteos, como leche, yogur y helado
  • alimentos fermentados
  • legumbres
  • hortalizas
  • verduras
  • carnes muy fibrosas
  • cereales integrales

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