El lupus es una enfermedad autoinmunitaria crónica que puede afectar a cualquier persona, aunque es más común en mujeres en edad reproductiva. A nivel mundial, se estima que entre 5 y 10 personas por cada 100.000 habitantes padecen lupus, y se estima que afecta a aproximadamente 5 millones de personas en todo el mundo. En España, según datos de la Federación Española de Lupus, de las 82.000 personas que sufren esta enfermedad autoinmune, el 90% son mujeres. No obstante, este predominio femenino no implica necesariamente un peor pronóstico. Aunque el lupus es menos común en hombres, en el caso de ellos suele ser más mortal y agresivo. De hecho, un estudio realizado por el Hospital Universitario de Oslo encontró que la tasa de mortalidad por lupus en hombres era tres veces mayor que en mujeres. Pero, ¿Qué motivos hay detrás de esta brecha de género en la enfermedad?

En la mayoría de los casos, el lupus se manifiesta como una enfermedad leve que se caracteriza por episodios conocidos como brotes. Durante estos períodos, los síntomas pueden empeorar y variar, incluyendo fatiga, fiebre, dolor articular y erupciones faciales en forma de mariposa. En cada brote, se pueden presentar uno o varios de estos síntomas. Sin embargo, pese a no ser una enfermedad mortal,  puede causar daño en diversos órganos y sistemas del cuerpo, tales como el riñón, la sangre o el sistema nervioso.

Cuando la enfermedad afecta a estos órganos y sistemas, se considera que el lupus es grave y puede ser potencialmente mortal. Por ejemplo, el lupus puede provocar glomerulonefritis, una inflamación de los riñones que puede llevar a una insuficiencia renal. También puede causar trombocitopenia, una disminución del número de plaquetas en la sangre que puede provocar hemorragias y hematomas.

¿Por qué es más agresivo en hombres?