Cada año mueren 21.118 españoles a causa del cáncer de pulmón, un 82% hombres y un 17% mujeres. En total, esta cifra supone la suma de las muertes causadas por colon, mama y páncreas juntos. Estas cifras suponen el casi 25% de todas las muertes por cáncer. Con el paso de los años, y según demuestran los informes, su ascenso seguirá incesante hasta escalar a la primera causa de muerte entre ambos sexos.  En hombres, el cáncer está incluso por encima de las enfermedades cardiovasculares como causa de fallecimiento al provocar casi el 27 % de las muertes. Hasta ahora, entre mujeres, el de mama y colorrectal seguían siendo los más diagnosticados. Sin embargo, el de pulmón se ha postulado en los últimos informes elaborados como la principal causa de defunción. Desde el año 2001, la mortalidad por este tipo de cáncer ha aumentado un 120% en esta población, una incidencia triplicada. 

Pese a que el tabaco sigue siendo la primera causa del desarrollo de cáncer de pulmón, un hecho que ha influido en el aumento de su incidencia con la incorporación de este mal hábito entre las mujeres,  se está observando que esta enfermedad afecta cada vez más a mujeres, personas no fumadoras y más jóvenes. En este sentido, el impacto de la enfermedad entre mujeres es diferente a la de los hombres. Las propias características biológicas de la mujer hacen que sus tumores muestren un perfil inmunogénico diferente, lo que hace que reaccionen de manera diferente a los tratamientos y la enfermedad en sí misma. Los estrógenos y otras causas se investigan como factores entre los diagnósticos que no están vinculados al tabaco. 

Asimismo, se dice que la contaminación ambiental, la exposición a algunos gases e incluso ciertas profesiones podrían ser factores que influyen en el desarrollo de un pequeño porcentaje de los mismos. En este último caso, existe un porcentaje atribuido a la exposición laboral a productos o agentes cancerígenos (carcinogénicos). Un estudio publicado en la revista BMC Publich Health examina la epidemiología del cáncer de pulmón en mujeres e identifica factores de riesgo como el hormonal o el laboral. ¿Qué profesiones están más asociadas en el caso de las mujeres?

LA PROFESIÓN MÁS VINCULADA AL CÁNCER DE PULMÓN

Las ocupaciones con mayor riesgo de cáncer son las que implican la exposición al amianto, en particular las pinturas que se utilizan en las pistolas pulverizadoras y los tintes que utilizan los peluqueros para teñir el cabello. A este respecto, un metanálisis publicado en International Journal of Epidemiology (una revista publicada por Oxford College) encontró que los peluqueros tienen un 30 % más de riesgo de desarrollar este tumor debido a los productos químicos que se usan en los salones de belleza. De hecho, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer publicó un estudio en 2010 que evaluó el potencial cancerígeno de la industria. Está clasificado como "probablemente cancerígeno" en el grupo 2A.

En este sentido, hay más de 5000 productos químicos diferentes que se utilizan en los tintes para el cabello, algunos de los cuales han sido identificados como cancerígenos para los animales. Debido a que muchas personas usan tintes para el cabello, investigadores han tratado de determinar si la exposición a los químicos en los productos para teñir el cabello está relacionada con un mayor riesgo de cáncer en humanos.

Con el paso del tiempo, las fórmulas para teñir el cabello han ido eliminando sustancias químicas, como las aminas aromáticas, aunque en la actualidad no se sabe si algunos de los químicos usados en los tintes para el cabello causan cáncer.  Un informe de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) concluyó que ciertas sustancias químicas a las que estos trabajadores estaban expuestos en el lugar de trabajo eran "probablemente cancerígenas para los humanos".

Entre las sustancias, se encuentra el formaldehído, que se usa como conservante en champús, acondicionadores o productos de uñas. También puede liberarse en tratamientos para el alisado (brasileño, queratina). Dado el uso generalizado de tintes y este tipo de productos de belleza, incluso pequeños aumentos en el riesgo pueden tener graves consecuencias para la salud pública. Más allá de su incidencia en el desarrollo del cáncer de pulmón, varios estudios epidemiológicos han encontrado también un mayor riesgo de cáncer de vejiga, nasofaríngeo, seno-nasal y leucemia mieloide entre peluqueros y peluqueras.