¿Te suena frases como "Abrígate que vas a coger frío" o "No andes descalzo que te vas a resfriar"? Entramos en una época donde los virus empiezan a circular por el ambiente y a instalarse en muchas personas. Inevitablemente, para evitar contagiarnos, salen de la boca frases como las anteriores que tenemos muy interiorizadas de las numerosas veces que las hemos escuchado de generaciones anteriores. Pero ¿qué hay de cierto en estas viejas creencias? ¿Hay alguna evidencia científica que avale las teorías de nuestros mayores? Despejamos dudas.

1. La vitamina C cura o previene el catarro

La creencia de que la vitamina C cure el resfriado viene desde tiempos muy antiguos, sin embargo no hay evidencia científica de que esto sea cierto. Lo que nadie pone en duda es que tener una buena alimentación cargada de vitaminas y minerales, entre otros, hace que tu organismo esté más preparado para afrontar cualquier problema de salud.

2. Coger frío hace que nos resfriemos

El resfriado lo causan los virus, no el frío. No te vas a resfriar antes porque pases más frío, sino porque los virus están en el ambiente y se mueven por el aire a través de las gotitas de saliva que desprendemos al hablar, al toser o al estornudar.

Esto vale también para cuando se cree que una persona, más que nada se le dice a los niños, se va a resfriar porque camine sin zapatos. Los virus no entran por los pies, sino por el contacto con otras personas.

Es cierto que las estaciones más frías, desde que comienza el otoño hasta que acaba el invierno, suele haber más casos de resfriados, pero no es por el frío sino por factores como que las personas pasan más tiempo en casa y compartiendo los espacios cerrados, abren los centros educativos y que en algunos climas se mezcla el frío con la escasa humedad. Esto hace que las fosas nasales se sequen y estén más susceptibles para afrontar los virus del resfriado.

3. Los antibióticos sirven para tratar los resfriados más intensos

Los antibióticos funcionan contra las bacterias, pero no contra los virus como los que causan los resfriados y la gripe.

Tampoco te curan antes y hay que hacer un uso moderado como recomienda la OCU ya que su uso inadecuado inhabilita los efectos, haciendo que las bacterias creen resistencia a ellos. Esto quiere decir que si alguna vez los necesitas realmente, no te harán efecto.

4. La miel es buena para la garganta y la tos

Es un clásico, aunque no está demostrado que realmente alivie el dolor. Mezclado con leche o con limón produce un alivio subjetivo. Lo que sí puede ayudarte es el própolis que es otro producto de las abejas, combate bacterias, virus y hongos, además de contar con ciertas propiedades antiinflamatorias.