El arzobispo de Sevilla llama a una "audaz renovación" de las hermandades tras el éxito del Congreso Internacional

Monseñor Saiz Meneses insta a las cofradías a ser "casas de caridad", escuelas de formación y focos de evangelización para responder a los desafíos del mundo actual en la inauguración del curso

Una Esperanza para las Tres Mil

El arzobispo de Sevilla, José Ángel Saiz.
El arzobispo de Sevilla, José Ángel Saiz. / Alejandro del Castillo / Consejo de Hermandades

El arzobispo de Sevilla, José Ángel Saiz Meneses, ha lanzado una contundente llamada a las hermandades y cofradías para emprender "una audaz renovación de la mirada". Planteando la pregunta "¿Y después del II Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular de Sevilla: qué?", el prelado ha dibujado una hoja de ruta para que el impulso del exitoso encuentro se traduzca en un compromiso renovado y una nueva etapa en la historia de estas instituciones. El arzobispo ha relizado estas reflexiones este jueves durante la ponencia inaugural del curso cofradiero del Consejo de Cofradías.

El congreso, calificado como un "hito en la historia de la fe y la tradición", no debe ser visto como un evento pasado, sino como el punto de partida hacia un futuro lleno de retos y oportunidades. Saiz Meneses ha subrayado que el encuentro fue una llamada a renovar la misión en el mundo actual y a redescubrir la mirada transformadora de Dios para que las hermandades sean un "signo vivo de la fe y la esperanza".

Monseñor Saiz y el presidente del Consejo, Francisco Vélez, antes de empezar la conferencia.
Monseñor Saiz y el presidente del Consejo, Francisco Vélez, antes de empezar la conferencia. / Alejandro del Castillo / Consejo de Hermandades

Los tres pilares fundamentales: cultos, formación y caridad

El discurso del Arzobispo se centró en la necesidad de actualizar los tres pilares que sustentan la vida de las hermandades, recogidos en sus eeglas.

  • Liturgia y culto: Citando al cardenal Marcello Semeraro, Saiz Meneses ha descrito la piedad popular como el "sistema inmunitario de la Iglesia", capaz de defenderla de desviaciones ideológicas. Se destacó que la piedad popular, a diferencia de la confianza en estructuras abstractas, presenta una Iglesia "viva, inquieta y dinámica". La procesión de clausura del Congreso fue presentada como un ejemplo máximo de esto: no un mero espectáculo, sino un "auténtico acto de evangelización" y un testimonio público de fe que invitó a la oración tanto a creyentes como a no creyentes.
  • Formación permanente: Ante una sociedad "tan cualificada científicamente" pero no siempre "éticamente", el arzobispo, refiriéndose a la intervención del cardenal José Tolentino de Mendonça, ha insistido en la urgencia de la formación. Ha hecho una llamada a que cada hermandad desarrolle su propio "proyecto formativo y cultural" para situar a la persona en el centro y superar el egocentrismo reinante. En un tiempo narcisista, las hermandades deben ser "apóstoles de la palabra 'nosotros'" y construirse como comunidades empáticas y fraternas.
  • Caridad renovada: Se ha enfatizado que las hermandades deben ser "casas de caridad". Esta acción debe ir más allá de la ayuda material, desplegando una "mirada compasiva" que atienda también la pobreza espiritual, como la indiferencia religiosa y el olvido de Dios. Se ha recuperado la llamada de San Juan Pablo II a una "nueva imaginación de la caridad", que promueva un compartir fraterno donde los pobres se sientan "como en su casa".
La conferencia celebrada en el Consejo.
La conferencia celebrada en el Consejo. / Alejandro del Castillo / Consejo de Hermandades

Proyecciones para el Futuro: evangelización y misión

El arzobispo ha destacado dos proyecciones clave que emergen del Congreso: la evangelización y la identidad del cofrade. La misión evangelizadora, alma de las hermandades, debe redescubrir la belleza como "vía privilegiada para el encuentro con Dios" y saber dialogar con la cultura contemporánea. El perfil del cofrade que se busca es el de un "discípulo misionero, de profunda espiritualidad y sólida formación".

Para consolidar este camino, se propuso la creación de un observatorio permanente sobre la piedad popular, un foro interdisciplinar que permitirá estudiar la riqueza de las tradiciones, identificar retos y desarrollar estrategias pastorales efectivas y que ha sido inaugurado este verano.

El Congreso, según ha concluido el arzobispo, ha dejado claro que las hermandades son agentes cruciales en la misión de la Iglesia, llamadas a ser "fermento de santidad" y constructoras del Reino de Dios a través de obras concretas de amor y servicio. "Hoy más que nunca la Iglesia y el mundo necesitan unas hermandades vivas, ejemplares, eficaces, comprometidas", ha sentenciado, pidiendo una respuesta generosa a esta llamada del Señor.

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