La estética hebrea de la Virgen del Rocío que anuncia la Cuaresma en Santiago

Cuando a principios del siglo XX Rodríguez Ojeda se apoyó en su ingenio para mantener la dignificación de nuestras imágenes en un contexto de vicisitudes sociales y económicas, abrió la puerta a un nuevo modo de establecer los tiempos del rito en nuestra ciudad. A día de hoy no se concibe el anuncio visual de la Cuaresma sevillana sin la vestimenta de hebrea en nuestras dolorosas, a imagen y semejanza de aquella solución que el insigne bordador aplicó a la Hiniesta.

En estas últimas horas se suceden infinidad de fotografías de algunas imágenes que ya están vestidas de hebrea. Sin embargo ha registrado especial repercusión la estética de la Virgen del Rocío, de la hermandad de la Redención, que en siete días marchará a la Catedral con el Señor para presidir el Vía Crucis de las Hermandades. La dolorosa de Castillo Lastrucci presenta una serie de improntas singulares que han llamado la atención de todos los cofrades.

La imagen, más allá de las habituales tonalidades moradas y azules, porta entre las manos una corona de espinas. En la palma derecha luce una flor denominada "passiflora", popularmente conocida como rosa de pasión y realizada por Santa Balbina. La saya, por su parte, es un damasco de terciopelo color granate y el tocado es una antigua organza. El fajín ha sido realizado con galones antiguos y lantejuelas, y lo abrocha un camafeo de San José, en concreto, un esmalte antiguo con orfebrería de plata sobredorada y circonios.

Remata la imagen una aureola regalada en 2017 por el grupo joven, y labrada por joyería El Toisón.