La lluvia marcó la Semana Santa de Sevilla en 2024: 38 cofradías no procesionaron

La Semana Santa 2024 en Sevilla quedó profundamente marcada por las inclemencias meteorológicas, que impidieron que numerosas hermandades pudieran completar sus estaciones de penitencia. Un análisis detallado de lo ocurrido durante esta atípica semana de pasión refleja cómo 38 hermandades de las 70 previstas (incluidas las vísperas) no pudieron salir a las calles hispalenses, mientras que otras cuatro quedaron refugiadas en la Catedral.

Las jornadas previas al Domingo de Ramos comenzaron con optimismo para las cofradías sevillanas. Tanto el Viernes de Dolores como el Sábado de Pasión transcurrieron con normalidad, permitiendo que todas las hermandades programadas para esos días completaran sus recorridos sin contratiempos.

El Domingo de Ramos presentó los primeros problemas meteorológicos serios. La Borriquita logró completar su estación de penitencia, pero varias hermandades sufrieron los efectos de la lluvia. Tras varios chaparrones, el misterio de la Paz, la Cena y Jesús Despojado se vieron obligados a quedarse refugiados en la Catedral, mientras que la Virgen de la Paz optó por regresar a su templo.

Otras cinco hermandades (La Hiniesta, San Roque, la Estrella, la Amargura y el Amor en su segunda parte) ni siquiera pudieron iniciar su recorrido.

Lunes y Martes Santo: salidas parciales

El Lunes Santo contó con la mayoría de sus hermandades en las calles de Sevilla. De las nueve cofradías programadas, La Redención, Santa Marta, San Gonzalo, Vera Cruz, Las Aguas, Las Penas y el Museo completaron su recorrido. Sin embargo, San Pablo y Santa Genoveva tuvieron que quedarse en sus templos debido a las inclemencias meteorológicas.

Durante el Martes Santo, la situación se mantuvo parcialmente, con cinco hermandades (El Cerro, San Benito, El Dulce Nombre, La Candelaria y San Esteban) que lograron procesionar por las calles sevillanas. No obstante, las cofradías conocidas como "las de negro" (Los Javieres, Los Estudiantes y Santa Cruz) decidieron suspender su salida ante la previsión de lluvia.

La Semana Santa se complica

El Miércoles Santo supuso un punto de inflexión en la Semana Santa sevillana de 2024. Sólo dos hermandades decidieron desafiar a la meteorología adversa, con resultados dispares. El Buen Fin, que estrenaba un nuevo misterio, logró iniciar su recorrido pero terminó refugiándose en la Catedral ante el empeoramiento de las condiciones. El Carmen Doloroso fue la única hermandad de la jornada que completó íntegramente su estación de penitencia.

Las otras siete hermandades del día (La Sed, San Bernardo, La Lanzada, El Baratillo, Los Panaderos, Siete Palabras y Cristo de Burgos) optaron por no sacar sus cruces de guía a la calle, conscientes del riesgo que suponía para su patrimonio.

Jueves, Madrugada y Viernes Santo en blanco

Los días centrales de la Semana Santa 2024 resultaron completamente atípicos en la historia reciente de Sevilla. El Jueves Santo se convirtió en una jornada 'en negro', sin ninguna imagen religiosa procesionando por las calles de la ciudad. Las siete hermandades programadas decidieron suspender sus salidas.

La situación se repitió durante la emblemática Madrugá, cuando las seis cofradías (El Silencio, El Gran Poder, La Macarena, El Calvario, La Esperanza de Triana y Los Gitanos) se quedaron en sus templos, algo que no ocurría desde 2011.

El Viernes Santo tampoco vio procesiones, con sus siete hermandades suspendiendo sus estaciones de penitencia.

Final agridulce

La Semana Santa 2024 tuvo un respiro el Sábado Santo, cuando las cinco cofradías de la jornada lograron realizar sus estaciones de penitencia según lo previsto. Sin embargo, el broche final quedó nuevamente marcado por la lluvia, que impidió la procesión de la Hermandad de la Resurrección el Domingo de Pascua.

Esta Semana Santa de 2024 quedó así registrada como una de las más afectadas por la meteorología en la historia reciente de Sevilla, con casi la mitad de las hermandades sin poder completar sus estaciones de penitencia, lo que supuso un duro golpe para los cofrades y visitantes de la ciudad hispalense.