León de Hipona

El actual Papa como agustino paradigmático se sabe peregrino inquieto cuyo corazón anhela el encuentro con Cristo

Las mejores imágenes de la misa de pontificado de León XIV
Las mejores imágenes de la misa de pontificado de León XIV / Juan Carlos Muñoz

22 de mayo 2025 - 11:41

Poco a poco el nuevo Santo Padre ha entrado en nuestra cotidianeidad. Ya no es novedoso, acaba de iniciar solemnemente su andadura con la Misa de apertura y pocos gestos suyos han dejado de ser escrutados o revisados para poder entrever hacia donde caminará este nuevo pontificado. Yo tampoco lo sé, habrá que ir escuchándolo y viéndolo actuar, aún es pronto, pero hay gestos que pueden ayudarnos a desentrañar las claves del hombre llamado a pilotar la barca de Pedro en los próximos años. Para los que somos hijos de San Agustín o de educación agustina, hay muchas cosas que nos han sonado mucho: entendemos y nos identificamos perfectamente con los primeros gestos del nuevo pontífice, esas claves sí puedo explicarlas.

Este Papa puede traer una interesante novedad al ser agustino, el primer Papa en su estirpe. Los católicos estamos más acostumbrados a la apologética tomista estructurada y aristotélica. Santo Tomás de Aquino busca la verdad aplicando la razón filosófica a la fe. La mayor parte de la vida de la Iglesia gira en torno de estos parámetros. Nunca ha habido un Papa hijo de San Agustín, y este carisma puede imprimir una impronta distinta a la Iglesia.

Los agustinos, fundados en 1244 son una comunidad religiosa centrada en la unidad y la caridad. San Agustín de Hipona (354-430) fue un converso que fue nombrado obispo de Hipona y padre de la Iglesia, por su gran influencia teológica. “Nos hiciste para ti, Señor, y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en ti” era uno de sus pensamientos principales. San Agustín no es aristotélico, ni rígido, su teología está basada en el misterio de la Gracia. Para él Dios no es un conjunto de categorías, sino como una realidad vivida y asumida. La fe nace del encuentro con Dios-Amor. Un Dios que conoce la debilidad del hombre frágil, la que experimentó el propio santo. La fe no es una categoría teológica que deba ser razonada, sino que, por la Gracia, desde la fe, vamos en busca de comprensión (fides quaerens intellectum). Los agustinos confían en la revelación divina y exploran la teología a través de la experiencia, la oración y la escritura. El agustino cultiva la interioridad: el viaje del alma hacia el interior para encontrar a Dios. El actual Papa como agustino paradigmático se sabe peregrino inquieto cuyo corazón anhela el encuentro con Cristo. En sus primeras alocuciones ya pone el acento en la renovación interior, la misericordia, la gracia y la unidad. Su elección representa una novedad en la Iglesia, un seguir los pasos de San Agustín: santificación a través del Amor.

De ahí los símbolos en su escudo: el libro cerrado con un corazón atravesado por una flecha (escudo de la orden), el lema escogido basado en un sermón del santo de Hipona: “Aunque los cristianos seamos muchos, en el único Cristo somos uno”, su cruz pectoral (no la plateada, sino la que utiliza en funciones litúrgicas) la misma que usaba como cardenal, con reliquias que pertenecen a cinco santos de su familia religiosa que encarnan la fidelidad, la reforma, el servicio y el martirio y sobre todo la devoción a la Virgen del Buen Consejo (así se llamaba el colegio agustino de mi infancia), cuya primera salida dedicó en su visita a Genazzano y que presidió la Misa de inicio de Pontificado.

Esto entronca con la admiración de Prevost por su antecesor, del que tomó el nombre, León XIII, que no era agustino, pero la devoción de éste por la imagen más querida por los agustinos era tal que mandó incluirla en las letanías lauretanas, como invocación a María, "Madre del Buen Consejo" ¿Cuál es ese Buen Consejo de María? Recordemos las bodas de Caná: “Haced lo que Él os diga”. Ella es la madre de la “Maravilla de Consejero”, la madre del mejor consejo, de quien es Camino, Verdad y Vida. En esto cree y esto siente y piensa el nuevo Papa, que a buen seguro querrá ser recordado como el León de Hipona.

stats