El Palquillo

Qué ver en La Madrugada en Sevilla

La Esperanza Macarena en su paso de palio

La Esperanza Macarena en su paso de palio / Emilio Sáez / José Antonio Criado

La Semana Santa de Sevilla viene siempre minada de momentos únicos. El misticismo y la belleza colman los rincones de las ya de por sí embaucadoras callejuelas sevillanas. Pero sin duda, si hay un punto culmen en las jornadas cofrades esa es la Madrugá.

No deberían perderse la impresionante salida de la Hermandad del Silencio, en la oscuridad de la calle que lleva su nombre, o esta misma cofradía a su regreso por Francos. El Calvario y el Gran Poder con el cantar de los pajaritos, en la llegada a sus templos en San Pablo y San Lorenzo. Apunten la vuelta de Triana a su barrio, en San Jacinto, ya por la mañana, o la Macarena por la calle Parras: patrimonio inmaterial de la Semana Santa de Sevilla. Los Gitanos tiene dos puntos clave: el Palacio de las Dueñas, la Campana y su regreso por la Alfalfa

Recorrido por las Iglesias de la Madrugá

El Santísimo Cristo de las Tres Caídas saliendo de la Capilla de los Marineros El Santísimo Cristo de las Tres Caídas saliendo de la Capilla de los Marineros

El Santísimo Cristo de las Tres Caídas saliendo de la Capilla de los Marineros

La Madrugada congrega a miles de personas que buscan encontrarse, cara a cara, por algún rincón estrecho, con las imágenes más esperadas de la Semana Santa. Pero las imágenes se pueden contemplar en sus templos a lo largo de toda la mañana.

En San Antonio Abad, en la calle Alfonso XII, espera la Hermandad de El Silencio, la más antigua de toda la Semana Santa, con sus dos pasos. Al igual que su recorrido, el horario de visitas es relativamente corto.

Tanto el Gran Poder como la Macarena abren sus respectivas basílicas, (ambas de la segunda mitad del siglo XX) a los fieles desde la mañana del jueves hasta ya comenzada la tarde. 

La Magdalena encierra, junto a la Quinta Angustia a la Hermandad de El Calvario. El horario de visitas es el mismo por lo que acudir a este templo es una delicia para los sentidos cofradieros.

En el Santuario de la Salud, en el antiguo Templo de El Valle, se encuentra la Hermandad de Los Gitanos. Desde tempranas horas de la mañana, la calle Verónica se llena de devotos de las imágenes.

En la otra orilla del Río Guadalquivir la calle Pureza acoge la Capilla de los Marineros, donde descansan la Esperanza de Triana y su Cristo de las Tres Caídas.

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