Antonio Muñoz seguirá con todas sus competencias en el nuevo gobierno de Espadas

El nuevo organigrama municipal

La carga de funciones avala su capacidad para un segundo mandato que, salvo ajustes de última hora, no renunciará a su sello propio en Urbanismo, Turismo y Cultura

Juan Espadas hace un guiño cómplice a Antonio Muñoz en el acto de inicio de la pasada campaña electoral.
Juan Espadas hace un guiño cómplice a Antonio Muñoz en el acto de inicio de la pasada campaña electoral. / Juan Carlos Vázquez
María José Guzmán

13 de junio 2019 - 20:30

Concejal estrella. Por el peso de sus competencias y por el brillo que ha dado en los últimos cuatro años al gobierno de Juan Espadas. Antonio Muñoz es otra de las piezas del núcleo duro del equipo socialista y seguirá siéndolo al mantenerse al frente de Hábitat Urbano, Turismo y Cultura.

Salvo algún ajuste de última hora, Muñoz conservará las mismas funciones, a pesar de que Espadas había barajado la posibilidad de descongestionar a algunos de los ediles que han soportado más peso en la gestión en los últimos cuatro años. Muñoz sí dejará la portavocía del grupo socialista, que recaerá en esta ocasión en Adela Castaño, una decisión que ha sorprendido dentro y fuera del equipo.

El delegado ha liderado la estrategia de promoción internacional y de captación de grandes eventos que tanto éxito ha reportado al Ayuntamiento de Sevilla. Los Goya fueron el colofón a un ruleta de citas culturales internacionales que se retomará este otoño con la entrega de los Premios de la MTV. Y es el claro artífice, junto a a su equipo, de la política que ha consolidado el crecimiento del sector turístico, un buen hacer que ha sido reconocido por esta industria a nivel nacional e internacional y que concluyó este mandato con la organización, entre varios encuentros, de una cumbre mundial del turismo sin rompió todos los récords y trajo a Sevilla a Barack Obama.

Para un político, un concejal en este caso, no hay mejor aval que el aplauso de los ciudadanos y Muñoz lo tiene, sobre todo, en el ámbito cultural, donde ha desarrollado la mayor programación cultural en mucho tiempo en la ciudad. Sevilla cuenta con nuevos equipamientos, festivales y un tejido cultural más fuerte y que ha pedido a Espadas, expresamente, que Muñoz continúa al frente de estas políticas. Ocurrió en el acto sectorial que el PSOE celebró durante la campaña. Uno de sus misiones estrella es la recuperación de la antigua Fábrica de Artillería, para la que ha conseguido ya fondos y que, en un par de años, podría ser una realidad.

Tras las elecciones municipales se ha dado por hecho que Muñoz seguiría con Turismo y con Cultura, a la vista de los resultados. Pero desde su equipo se ha defendido también la labor realizada en la Gerencia de Urbanismo, donde ha logrado el desbloqueo de grandes proyectos para la ciudad, ha conseguido fondos europeos para poner otros en marcha, ha agilizado licencias y recuperado la Gerencia como un instrumento inversor. Desde este organismo se ha impulsado el mayor plan de inversiones en barrios de los últimos años.

El primer mandato de Espadas como alcalde lleva el sello indiscutible de Antonio Muñoz que, junto con Juan Carlos Cabrera, forma un tándem perfecto para llevar los hilos en la capital de las eternas dualidades. Ambos congenian con los dos extremos de Sevilla. Cabrera con el más conservador y él con el más moderno y vanguardista.

Muñoz se caracteriza por ejercer una política valiente, sin complejos. No ha dudado (no debía hacerlo) en meter mano a la regulación de los veladores, ha fomentado nuevos festivales que hoy colocan a Sevilla como referente y ha reinventado la Navidad, con una programación cultural distinta cuando todos echaban de menos el mapping. Son algunos ejemplos de una gestión que ha afrontado a sabiendas de que iba a agitar a la sociedad sevillana. Su balance tiene también sombras, pero es el mejor reflejo de una de sus aspiraciones: romper el inmovilismo de la capital. Y eso, en Sevilla, genera filias y fobias.

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