Las terrazas de los bares que fueron ampliadas en Sevilla durante la pandemia del Covid se quedan, por ahora, como están. La Gerencia de Urbanismo no ha abordado en la última comisión de veladores, celebrada el pasado viernes, dicha cuestión, de la que se viene hablando desde el verano del año pasado, cuando se desactivó la alerta sanitaria por la pandemia. La vuelta a la normalidad dejaba sin sentido que estos espacios ganados a la vía pública en beneficio del uso hostelero se mantuvieran por más tiempo. La nueva ordenanza que regula tal actividad y que ya se prepara debe decidir al respecto, pero en el reciente encuentro no se ha avanzado en esta cuestión ni en la del famoso lema "los tanques a la calle", que responde a la promesa del alcalde José Luis Sanz de permitir a los clientes de bares "emblemáticos" consumir bebidas en el exterior y de pie. 

Dos de los principales temas que debe abordar la nueva ordenanza de veladores siguen sin respuesta. Uno de ellos es el de las terrazas que durante la crisis del Covid aumentaron su superficie debido a las restricciones sanitarias de entonces. Algunas de ellas ocuparon espacios físicos como plazas y otras se instalaron, mediante plataformas, en zonas de aparcamiento. Fue una medida implantada durante el gobierno del socialista Juan Espadas para resarcir a los negocios hosteleros de las pérdidas ocasionadas en los meses de confinamiento. Su vigencia, sin embargo, quedaba condicionada al fin de la alerta sanitaria, que el Gobierno de España decretó a principios de julio pasado. 

El equipo de José Luis Sanz, recién llegado al Ayuntamiento hispalense, decidió entonces prolongar tal concesión hasta que la Junta decretara el fin de la alerta sanitaria en la comunidad autónoma, previsto para otoño. Dicho plazo se cumplió y desde Urbanismo se otorgó otra prórroga, acordada con la patronal hostelera: enero de 2024. El gobierno popular anunciaba, de igual modo, una nueva ordenanza de veladores que debía establecer una medida al respecto.

La demora en poner fin a esta concesión extraordinaria empezó a molestar a las asociaciones de vecinos, que alertaron de que muchos negocios habían aprovechado el aumento de superficie de sus terrazas para colocar en ellas más mesas y sillas, en lugar de garantizar un mayor distanciamiento entre los veladores. Es decir, se había perdido espacio de titularidad pública para incrementar el lucro de terceros.

Las razones técnicas

Poco después, este periódico daba a conocer la valoración de los técnicos de Urbanismo al respecto, que se muestran a favor de mantener las terrazas sobre tarimas y en aparcamientos, es decir, las creadas durante la pandemia del Covid, pues garantizan el paso peatonal por las aceras. Además, consideraban el gasto de los taberneros en ellas: desde el mobiliario a la calefacción. Toda una declaración de intenciones de lo que establecerá la nueva ordenanza.  

Pese al interés suscitado con este asunto, en la comisión de veladores celebrada el viernes no se abordó por parte de la Gerencia de Urbanismo (su delegado, Juan de la Rosa, estaba presente en el encuentro). Por tanto, las terrazas Covid se quedan, por ahora, como están, pese a que el último plazo dado fuera este mes de enero. 

Un lema puesto en duda

Dicha comisión no trató este asunto ni otro de especial importancia, el de "los tanques a la calle", lema que usó Sanz en la campaña de los comicios municipales de 2023 cuando prometió que permitiría beber en la calle y a pie en los bares "emblemáticos" de la ciudad. Este intento, sin embargo, choca con una realidad técnica: la imposibilidad de hacer un listado con los negocios que, en función de ese adjetivo (emblemático), contarían con tal privilegio. "Ni los vecinos ni los propios hosteleros tenemos claro que eso se pueda llevar a cabo", admite Lola Dávila, presidenta de la asociación de vecinos Estación de Córdoba y miembro invitada a la comisión de veladores. 

Dávila señala que en la reunión del viernes se "leyeron" algunas de las modificaciones incorporadas al texto primitivo de la nueva ordenanza. Son aportaciones de las partes implicadas. Están a la espera de que Urbanismo les entregue el último borrador para debatir en la confederación de asociaciones vecinales los cambios introducidos y mostrar su posicionamiento en un comunicado conjunto. Se trata en todo caso, como recuerda Dávila, de un documento que aún no es definitivo, pues ha de pasar primero por trámite de audiencia, luego por exposición pública y finalmente aprobarse en Pleno.