A Córdoba por Kansas City

EL bautizo era en la capilla del Sagrario de la Mezquita-Catedral de Córdoba. Quien suscribe ejercía de padrino de un melocotoncito llamado Marta. Hace 35 años ya desempeñé idéntica tarea con el padre de la niña, mi hermano Mario. El cura que realizó la liturgia sacramental se llama Manuel, cordobés de Hornachuelos. Las paredes de la capilla tienen dibujos alegóricos y unas leyendas que no ahorran detalles sobre los castigos infligidos a los mártires por personajes aseados políticamente como el emperador Diocleciano. Leí las vejaciones y torturas y pensaba en las descripciones que hace Mario Vargas Llosa en La fiesta del chivo. Horas después del bautizo, el escritor peruano hizo el saque de honor del Madrid-Valencia.

El coche lo dejé en el parking Centro Histórico. Entramos al Alcázar Viejo por la llamada Puerta de Sevilla. A la derecha del arco, una estatua del teólogo y jurista Ibn Hazim con un ejemplar de su obra El collar de la Paloma. Por el interior del recinto, los turistas se mezclaban con los aficionados del Recre, que jugaba esa tarde en El Arcángel. Algunos balcones exhibían mensajes alusivos a la capitalidad cultural de 2016. Los Juegos Olímpicos del Conocimiento.

Córdoba y Sevilla no están unidas sólo por el AVE. La generación del 27 surge formal e icónicamente con el homenaje a Góngora en el Ateneo de Sevilla. Una foto de la que por cierto faltan los dos poetas sevillanos de ese grupo: Vicente Aleixandre y Luis Cernuda. La estación Plaza de Armas fue conocida en el argot de los viajes en ferrocarril como estación de Córdoba.

La calle Córdoba une las plazas del Pan y del Salvador. Un dibujo en cerámica situado junto a una de las torres de la antigua mezquita, torre misteriosa donde las haya, une el topónimo, Córdoba, con una fecha, 22 de mayo de 1908. Fue la fecha en la que se produjo el hermanamiento oficioso entre ambas ciudades. Debajo del dibujo, un puesto de venta de sándalo, incienso, alhucema y sahumerio y la entrada al Belén Rociero.

Ese hermanamiento nunca cuajó en documento ni protocolo como el que sí estableció el entonces alcalde, Félix Moreno de la Cova, cuando el 25 de marzo de 1969 hermanó a Sevilla con Kansas City, abrazo entre ciudades sellado con la rotulación de una avenida. Para ir de Sevilla a Córdoba por carretera hay que ir por Kansas City. Y para llegar en avión a cualquier sitio.

Al abril sevillano le toma el relevo el mayo cordobés. El mes de los patios. El 22 de mayo de 1908 la antigua calle Alcuceros pasó a llamarse calle Córdoba. Seis días después, el Ayuntamiento cordobés hizo lo propio con la antigua calle Alcuceros, que empezó a llamarse Sevilla. El arquitecto-conservador de la Mezquita-Catedral, Gabriel Ruiz Cabrero, es coautor de la sede del Colegio de Arquitectos de Sevilla.

De Córdoba vinieron a residir a Sevilla por circunstancias políticas los ex alcaldes Julio Anguita y Rosa Aguilar, uno como coordinador andaluz de Izquierda Unida, otra como fugaz consejera de Griñán. De Sevilla a Córdoba no se produjo el viaje a la inversa. El que más cerca se quedó fue el ex alcalde Alejandro Rojas-Marcos, condenado a un destierro en Écija, a orillas del Genil y en el corazón de la repoblación. Políticamente, Córdoba es una jurisdicción singular. La única capital de provincia en toda España que ha sido gobernada por comunistas. Una provincia que ha dado más presidentes de la Generalitat (José Montilla, Iznájar) que de la Junta de Andalucía.

Puerta de Sevilla. Un mundo fascinante: Maimónides, Manolete, Cántico, Castilla del Pino, Juan Díaz del Moral, Pepe Reina.