El número de mayores fallecidos en la residencia DomusVi Santa Justa de Sevilla se ha duplicado en los últimos diez días. Tras hacerse públicas las primeras ocho muertes hace ahora una semana, la Federación de Organizaciones Andaluzas de Mayores (FOAM) asegura que a día de hoy son ya al menos 16 los mayores que han perdido la vida en este centro de titularidad privada como consecuencia de su infección por coronavirus. La misma organización lamenta que "el número de contagiados ni se sabe" y denuncia que, según las quejas que le transmiten los familiares de los usuarios, "el comportamiento de la dirección del centro continúa concretándose en una falta de información y carencia de humanidad sin límites".

Los afectados y las muertes registradas en este centro, que cuenta con unos 130 residentes, llevó a la Junta de Andalucía a su medicalización el pasado sábado 4 de abril, traspasando la responsabilidad médica del Hospital Virgen del Rocío. Una actuación pese a la cual, según el presidente de FOAM Martín Durán, "la situación en la residencia ha seguido empeorando".

Al aumento de muertes, se suman los "problemas" que, según Durán, denuncian los familiares de los usuarios tanto para comunicarse con la dirección del centro como para entrar en contacto con sus mayores. Una cuestión por la que incluso se han tomado ya algunas acciones legales. "Los familiares para hablar con la dirección se ven obligados a estar todo el día colgado del teléfono y aun así eso no les garantiza que consigan hablar con ella ese día teniendo que volver a intentarlo el día siguiente", denuncian desde FOAM.

La misma fuente explica que para el contacto por videollamadas entre residentes y familiares "sólo hay habilitado un teléfono y un horario de tarde de una hora y media para aproximadamente 130 residentes y para el que hay que apuntarse por las mañanas". Durán destaca, no obstante, que según le transmiten los familiares de los usuarios, "la relación de los médicos del SAS no tiene nada que ver con estos métodos y diariamente informan son informados de la situación en la que se encuentran los mayores afectados". Un trato en la misma línea que, asegura, le transmiten los familiares de los residentes que han sido trasladados al Hotel Ilunion Alcora, en San Juan de Aznalfarache. "Me cuentan que el trato es estupendo y la comunicación diaria y muy fluida con información muy amplia sobre las personas allí ingresadas", explica.

Del mismo modo, y según los testimonios de los familiares, Durán denuncia que desde la dirección del centro "se sigue ocultando información sobre contagios y muertes en el centro" a los familiares de los usuarios, e incluso, se le habría impedido a una mujer llevarse llevarse a casa después de que le hubieran comunicado que se encontraba libre del virus tras la realización de un test sanguíneo alegando que tenían que esperar a una nueva prueba al día siguiente. "No ha conseguido hablar con ella desde entonces y su madre aún continua en el centro", afirma el presidente de FOAM.

La federación de mayores de Andalucía insiste en la importancia de realización de test de forma generalizada en todas las residencias para evitar nuevos contagios, que puedan desencadenar en víctimas mortales. "Hace más de 10 día a una residente con síntomas se le realiza el test y le da positivo. A la compañera que está con ella en la habitación al encontrarse asintomática no se le realiza ningún test, pero se aísla en una habitación con otra señora que también se encuentra asintomática. Al día de hoy la primera residente se está afortunadamente recuperando y estas dos últimas desgraciadamente han fallecido", denuncia. 

La expansión de los contagios no quedaría ahí, según asegura Martín Durán. Y es que se estarían dando ya también casos positivos entre los usuarios del DomusVi Adorea Sevilla, que, sin ser una residencia de mayores, comparte la dirección con el centro de Santa Justa e incluso hacen uso de algunos servicios comunes y también compartirían profesionales. En concreto el centro Adorea es un inmueble compuesto por apartamentos individuales y dirigidos a personas que se valen por sí mismas, pero que requieren de cierta atención. Ante esta situación, Martín Durán considera que "alguien debería tomar cartas en el asunto" y denuncia "el cumulo de despropósitos" por parte de la dirección del centro e incluso la acusa de un comportamiento "negligente e inepto, totalmente carente de cualquier sentimiento hacia los familiares de esos residentes que están viviendo unos momentos de angustia que podían perfectamente suavizarse si se optase por otra actitud más humanitaria hacia ellos".