Sevilla

La Cruz de la Inquisición renace junto al arquillo

El delegado, Juan Carlos Cabrera , dos de los restauradores; la directora del Alcázar, Isabel Rodríguez; y la redactora del proyecto, Rocío Campos, junto a la cruz.

El delegado, Juan Carlos Cabrera , dos de los restauradores; la directora del Alcázar, Isabel Rodríguez; y la redactora del proyecto, Rocío Campos, junto a la cruz. / D. S.

Justo dos años después del destrozo, la Cruz de la Inquisición luce remozada y más fuerte que nunca. La compleja intervención de restauración se ha dado por terminada este viernes tras su colocación en el pedestal y retirar los andamios. Los trabajos, que estaban calculados para dos meses, han terminado con antelación y todos los sevillanos y foráneos que paseen junto al arquillo del Ayuntamiento pueden admirar ya esta escultura que se integra a la perfección en la fachada plateresca de las Casas Consistoriales y que está envuelta en la leyenda.

La restauración de la cruz se ha hecho esperar más de lo aconsejado por la impugnación de los primeros pliegos de licitación, que obligaron a reiniciar todo el proceso. El proyecto de restauración fue redactado por Rocío Campos, correspondiendo al Real Alcázar, cuya directora es Isabel Rodríguez, la dirección y el control de los trabajos; aunque la delegación responsable de llevarlos a cabo ha sido la de Gobernación, comandada por Juan Carlos Cabrera.

Los técnicos, restauradores y responsables de la intervención han comprobado esta mañana el resultado de los trabajos, que ha acometido la empresa portuguesa Samthiago, especializada en restauración y conservación que se estrenaba en Sevilla. “Lo que más dificultad nos ha llevado ha sido entender cómo funcionaba. Qué piezas se tenían que quitar porque hacían daño y cuáles había que mantener”, explicó a este periódico Soraya Fernández, restauradora de la cruz junto a Pedro Madiera, Pedro Silva, Ángel Martins y Patricia Amorín.

La Cruz de la Inquisición ya restaurada. La Cruz de la Inquisición ya restaurada.

La Cruz de la Inquisición ya restaurada. / D. S.

La restauración de la cruz se ha realizado a apenas unos metros de su ubicación: en el apeadero de la Casa Consistorial. En este bello espacio del siglo XVI todavía se podían ver los útiles propios de la intervención o las diferentes pruebas de color realizadas para la reintegración de los volúmenes. Además de tener que coser las distintas piezas, uno de los principales problemas era que la piedra estaba muy erosionada.

La intervención en la Cruz de la Inquisición ha sido integral. Tras la primera consolidación de la piedra, se realizó una limpieza mecánica. Para darle consistencia a la estructura, se ha rellenado con una resina epoxi y se han colocado espigones de fibra de vidrio y una barra de acero inoxidable en el brazo. Todos los metales, además, se han protegido contra la corrosión. El conjunto también ha sido sometido a un tratamiento biocida.

Pruebas de color hechas por los restauradores. Pruebas de color hechas por los restauradores.

Pruebas de color hechas por los restauradores. / D. S.

El momento más delicado, y a la vez emocionante, ha sido el del montaje de la cruz en el vástago. “Hasta que no hemos llegado a poner la cruz no sabíamos si todo iba a encajar bien. Y lo hizo”, señaló la restauradora. La reconstrucción de los volúmenes se ha realizado con una cal aérea en pasta, de la sevillana Casa Gordillo, que ha funcionado a las mil maravillas. “Ha sido una tarea compleja porque la cruz está muy intervenida. Hay piedra antigua, zonas reconstruidas, materiales y texturas diferentes. Hemos utilizado una paleta de diferentes masillas porque al secarse cambiaba de color”.

El taller improvisado en el apeadero del Ayuntamiento. El taller improvisado en el apeadero del Ayuntamiento.

El taller improvisado en el apeadero del Ayuntamiento. / D. S.

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