Sevilla

Denuncian a una clínica privada de Sevilla por una negligencia que acabó en muerte

  • Una mujer de 70 años falleció tras pasar dos días ingresada con intenso dolor y unos valores anormales, sin que se le detectara un trombo

  • "Todo esto es por los nervios", llegó a decirle a los hijos uno de los médicos que la atendió

  • Cada dos días se va un médico a trabajar fuera de Sevilla

Denuncian a una clínica privada de Sevilla por una negligencia que acabó en muerte

Denuncian a una clínica privada de Sevilla por una negligencia que acabó en muerte / Rosell

Los hijos de una mujer de 70 años han denunciado ante el juzgado de Guardia a una clínica privada de Sevilla por una presunta negligencia médica, que derivó en la muerte de su madre el pasado 27 de marzo. Los denunciantes son tres hermanos, que han presentado una primera denuncia y están preparando ahora una querella. La mujer pasó dos días ingresada con un intenso dolor y unos valores anormales, sin que se le detectara el trombo que finalmente le causó la muerte.

La paciente entró en el hospital por urgencias a mediodía del 26 de marzo. Iba, según el relato de los hijos, "muy asfixiada y tenía las piernas muy hinchadas y moradas". Allí le hacen unas primeras pruebas de saturación de oxígeno en la sangre y la sientan en un sillón. Tras unos diez minutos, apareció un médico que decidió ponerle oxígeno y mandarle una analítica, una radiografía del pecho y un análisis de orina.

Pasadas unas dos horas, el doctor comentó a la familia que habían salido muy altas las enzimas cardiacas y les explicó que no sabía si podía tratarse de un error del laboratorio, por lo que la iban a dejar ingresada para repetirle la analítica. "La subieron a planta, le pusieron suero y las gafas nasales de oxígeno, cada vez estaba más asfixiada". 

Esa tarde le repitieron la prueba y las enzimas dieron una cifra aún más alta que antes. A las siete de la tarde, uno de los hijos la levantó para llevarla al servicio y se desmayó. Salió corriendo pidiendo un médico. "Rápidamente llegaron varias personas, que la tumbaron en el suelo, le pusieron el oxígeno y le hicieron un cardio electrograma. Les dije a los médicos que se cayó sentada en el váter, con la mirada perdida y la boca cerrada como engarrotada". 

Los médicos le dijeron a los hijos que no se asustaran, pues sólo había "hiperventilado". "La pusieron en la cama y le sacaron sangre para otra analítica. La enfermera que primero acudió recalcó a los médicos lo de la mirada perdida y la boca. La consiguieron estabilizar, aunque se quejaba muchísimo del dolor en el costado". Poco después le suministraron un antibiótico. "Ella volvió a decirle a las enfermeras que tenía un dolor insoportable, pedía por favor que le dieran algo para el dolor. Las enfermeras le respondieron que ya se lo habían puesto y le volvieron a repetir la analítica"

Durante la noche ya no tuvieron más contacto con nadie. Sólo acudió una auxiliar para darle una pastilla. "Pasó toda la noche con muchísimo dolor en el lado, algo que transmitimos durante el día 26 en muchas ocasiones y a lo que tampoco le dieron importancia".

Al día siguiente, 27 de marzo, se produjo un momento de confusión durante el desayuno. "Cuando le trajeron el desayuno vi que no le habían dado su pastilla de la tensión". La hija fue a reclamarla al mostrador y le dijeron que sí se la habían suministrado, a lo que él respondió que era imposible porque no se había movido del lado de su madre. Finalmente le explicaron que se la darían en breve, pero finalmente no lo hicieron porque le iban hacer un TAC. 

Mientras tanto, en la última analítica del día anterior habían vuelto a salir unos resultados similares a las primeras pruebas. Un primer médico que los visitó les hizo una serie de preguntas y le dijo que le mandarían nuevas pruebas de corazón y pulmones. A las once de la mañana la vio otro doctor, a la que la mujer insistía en que le dolía muchísimo el costado y que estaba muy asfixiada. Según el relato de los hijos, el facultativo los llamó a la puerta y les dijo que estaba muy nerviosa y que "esto es todo de los nervios".

Un cuarto de hora más tarde llegaron dos auxiliares que iban a prepararla para hacerle un TAC, pero finalmente no pudieron hacerle la prueba. Las enzimas seguían muy altas y aprovecharon para volver a sacarle sangre, "con mucho trabajo y teniendo que pincharla en varias ocasiones porque no salía sangre". "En todo ella no paraba de decir que le dolía muchísimo el lado sin que nadie tomase en cuenta su dolor".

La situación se fue complicando a medida que avanzaba el día, con la señora con las pulsaciones cada vez más altas y los pies cada vez más hinchados. Le habían aparecido también unas manchas de color rojo en los pies. A la una y media de la tarde las pulsaciones le subieron a 180 y la saturación de oxígeno en sangre era de 74. Mientras le aplicaban más oxígeno, los médicos valoraron llevarla a la UCI.

Los hijos de la paciente denuncian también una falta de coherencia en los datos, pues en una prueba de sangre que le hicieron a las 11:15 aparecen unos resultados con la hora de 10:39 en un documento y 10:41 en otro. Con la situación cada vez más crítica, se llevaron a la mujer para trasladarla a la UCI. 

A los cuarenta minutos, llaman a los familiares para que vayan a la UCI y allí les explican que su madre lleva cuarenta minutos en parada respiratoria, "que le habían puesto un medicamento para intentar romper un trombo y que esto se podía haber evitado". Cuando por fin dejaron entrar a los hijos, la mujer había fallecido.

"Al cabo de varias horas, bajó el doctor que la trató en planta y nos soltó '¿Cómo ha podido llegar esta mujer a esto?'. Mi madre entró con inicio de un trombo por los pies y no supieron actuar, no hicieron nada desde el día 26 que ingresó con los pies hinchados y morados y dos analíticas con las enzimas cardíacas muy altas y un dolor insoportable en el lado".

Los familiares solicitaron desde el primer momento que se realizara la autopsia, pero aseguran que no quisieron darles ningún informe. Se dirigieron al juzgado de Guardia, presentaron la denuncia y solicitaron esta prueba por una posible negligencia médica. El forense llegó al hospital y les dijo que el día 28 se le realizaría la autopsia. 

Ese día, sobre la una de la tarde, el forense los llamó y les explicó que la muerte había sido causada por un trombo, y que aparecía medicación. Los familiares indicaron que esa medicación se la pusieron cuando la bajaron a la UCI. Una vez recibidos los informes, se comprueba que efectivamente no se le suministró nada hasta la entrada en UCI. 

El 31 de marzo, cuatro días después de la defunción, los hijos de la fallecida acudieron de nuevo al hospital y solicitaron la historia clínica. Allí le dijeron que podían tardar sobre un mes en dársela. "Nos parece raro que algo que está digitalizado no nos lo den al momento. Pedimos que no tardaran más de una semana". El caso está ya en los tribunales.