Sevilla

Distanciamiento en la arena, el estreno de los sevillanos en las playas

Dos personas sentadas en la playa de Matalascañas, ayer por la mañana.

Dos personas sentadas en la playa de Matalascañas, ayer por la mañana. / Josué Correa

Las playas más frecuentadas por los sevillanos dejan atrás el puente festivo con el que se estrenaron tras la pandemia. Era el primer fin de semana en el que las autoridades habían permitido el desplazamiento entre provincias y lo que se presuponía como una avalancha de gente en busca de la arena y el mar no fue tal. Hubo público, por supuesto, pero no aglomeraciones como las que se han visto en otras ciudades. En Barcelona, por ejemplo, donde la Guardia Urbana tuvo que desalojar dos playas ante la gran cantidad de personas que allí había, sin mascarillas y sin respetar las distancias de seguridad.

Vista general de Matalascañas, con mucho público pero con las distancias. Vista general de Matalascañas, con mucho público pero con las distancias.

Vista general de Matalascañas, con mucho público pero con las distancias. / Josué Correa

En Andalucía no se ha visto eso. Ni por asomo. Había playas con gente paseando, tomando el sol, tumbada debajo de una sombrilla, practicando algún deporte o dándose un baño, pero en la mayoría de los casos manteniendo al menos un metro y medio de distancia con las personas con las que no se convive. Mascarillas en la playa había pocas, eso sí. Quizás no sea la prenda más cómoda para pasar un día en la costa. Puede que la ciudadanía haya sido extremadamente responsable, pero sin duda lo que más ha influido para que no se hayan dado aglomeraciones ha sido el clima. La temperatura no ha pasado en Sevilla de los treinta grados, a los que hay que restarle algunos más en las playas por la cercanía del mar.

Distancias en la playa de Regla, en Chipiona. Distancias en la playa de Regla, en Chipiona.

Distancias en la playa de Regla, en Chipiona. / M. M. F.

La Junta de Andalucía permitió el desplazamiento entre provincias sin tener todavía contratados a los vigilantes de la playa, esas personas que velarán porque todos los bañistas mantengan los dos metros de distancia con unos salarios que ya quisieran para sí la mayoría de los mortales. En Chipiona, por ejemplo, se marcaron con palos unas zonas para impedir el acercamiento entre desconocidos. Otras playas se abrieron con una mayor vigilancia de la Policía Local y una serie de carteles que indican las normas elementales para reducir los contagios por el coronavirus.

Puede considerarse un ensayo de lo que será el verano de la nueva normalidad, ese concepto que el Gobierno ha impuesto para referirse a la vida postpandemia, en la que todo se hará a dos metros de distancia y, si no se puede, con mascarillas. Pero, claro, faltó el calor. Tampoco estuvieron los que tienen familia en otras provincias y apostaron primero por ir a ver a sus parientes, con los que no se podían haber reunido todavía desde mediados de marzo, que por pasar un día en la playa. Y otra variante es la de quienes fueron a estos municipios costeros, pero se dedicaron a adecentar sus segundas residencias tras varios meses sin acudir a ellas, y no pisaron la arena.

El paseo marítimo de Matalascañas, este domingo. El paseo marítimo de Matalascañas, este domingo.

El paseo marítimo de Matalascañas, este domingo. / Josué Correa

De ser un examen, los asistentes a las playas habrían aprobado con nota esta primera toma de contacto con la arena. El matrimonio formado por María Manzareno y Óscar Casanova se estrenó este año en Chipiona, en la playa de Regla. "El sábado hubo un momento al mediodía en que sí había bastante gente, pero se guardaban las distancias", explica esta joven sevillana, que llevaba en su móvil una guía en PDF publicada por el Ayuntamiento de Chipiona en la que se detallan horarios, control de aforo, zonas de tránsito, posibilidad de baño para personas con movilidad reducida, sistema de marcadores... "Estaban Protección Civil controlando la entrada, pero creímos que iba a haber más controles", apunta.

Público cerca del 'tapón' de Matalascañas. Público cerca del 'tapón' de Matalascañas.

Público cerca del 'tapón' de Matalascañas. / Josué Correa

En Matalascañas, la playa más cercana a Sevilla, la afluencia de público fue de menos a más. Apenas hubo gente el jueves del Corpus y ya este domingo sí que había una cantidad notable de público. Hay que tener en cuenta que el factor de la cercanía la convierte también en la playa preferida por los domingueros, que suelen acaparar en masa el espacio más próximo al tapón. No era el caso. Corría el aire en las inmediaciones de las ruinas de la Torre de la Higuera.

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