"Esperamos hasta cuatro horas la ambulancia para ir del hospital a casa"
sanidad
Usuarios del transporte sanitario concertado de Sevilla denuncian las demoras para ir y volver de las terapias de rehabilitación
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Más de 225 sevillanos acuden cada día a su centro de salud
"Con mucha suerte, podemos esperar una hora a que nos recoja la ambulancia. Con suerte, dos. Pero el problema es que la suerte aquí escasea y la mayoría de las veces esperamos más de dos horas y hasta cuatro, como nos ha pasado alguna vez. A esto no hay derecho". La protesta es de Yolanda Rodríguez, una vecina de La Puebla del Río que lamenta "el precio tan alto" que tiene que pagar su madre, una anciana pluripatológica de 81 años, cada vez que acude a su terapia de rehabilitación por los "continuos retrasos" del servicio de transporte sanitario concertado que presta para el Servicio Andaluz de Salud (SAS) en la provincia la empresa Ambulancias Tenorio. La principal queja de los usuarios son las horas que transcurren desde que salen de su casa para recibir un tratamiento hasta que regresan.
El transporte sanitario programado es el que se presta a personas que son dadas de alta y precisan de una ambulancia para ir a su casa. También los utilizan los pacientes que tienen que acudir a los hospitales a revisiones o diferentes tratamientos -rehabilitación o diálisis, entre otros- y no pueden ir por sus propios medios. Es el caso de Yolanda y su octogenaria madre.
La mujer sufrió hace varios meses una caída doméstica que la dejó postrada en una cama. Como consecuencia quedó hemipléjica, afásica y con disfagia. Empezó a recuperarse tras el alta gracias a la ayuda de un fisioterapeuta particular y al mes y medio llegó la cita para la rehabilitación en el Hospital Virgen del Rocío, a la que acude desde entonces dos veces en semana durante dos horas. Hasta aquí todo más o menos normal. El "calvario" comienza una vez terminadas las terapias en el hospital y toca activar el servicio de ambulancia de vuelta a casa, lamenta su hija.
"Si tenemos mucha suerte, que ha pasado dos veces en meses, podemos estar en casa a las dos y media o tres menos algo. Si tenemos suerte, la ambulancia llega en dos horas, con lo que llegamos a casa sobre las cuatro. El problema es que la suerte aquí escasea y la mayoría de las veces esperamos más de dos horas para que nos recojan. Lo habitual es que esperemos más de dos horas y hemos estado hasta cuatro horas", denuncia. "Muchas horas en las que mi madre está sin comer porque no controla los esfínteres, sufriendo dolor sentada en una silla y mojada porque no dispongo de medios para cambiarle el pañal", añade la mujer, que ha presentado una queja ante El Defensor del Paciente para pedir mejoras en la gestión del servicio.
Yolanda lamenta que, pese a que las terapias le vienen "estupendamente" a su madre, esa espera tan prolongada para volver a casa está perjudicando su salud. "Vamos a rehabilitación para que se mejore y resulta que, a pesar del trabajo maravilloso que hacen las terapeutas, cuando llegamos a casa es para lavar a mi madre, darle de comer, ponerle un calmante y acostarla porque llega reventada y ya no puede moverse el resto del día. ¿Esto es normal? Mi madre ya no quiere ni ir con lo bien que le viene", relata. Aunque el problema es la vuelta, la mujer indica que "la ida no se queda corta". "La empresa nos pide que estemos preparadas dos horas antes de la cita en el hospital pero casi siempre se retrasan y tenemos que llamar por teléfono. Hay veces que hemos llegado tarde a la cita", apostilla.
El caso "no es una excepción", añade Yolanda. "Son muchos los pacientes que están sufriendo por esto. Es una constante. Ambulancias Tenorio tiene a un personal maravilloso trabajando para ellos, pero la gestión y la coordinación del servicio es nefasto. No todos los pacientes son iguales. Las patologías y la edad de cada uno es diferente. Deben aumentar el número de ambulancias, priorizar y gestionar para que los usuarios no tengan que pasarse diez horas pendientes de ellos para recibir dos horas de terapia. Esto es una vergüenza y se tiene que acabar", denuncia la mujer.
La Asociación El Defensor del Paciente ha puesto el caso en conocimiento tanto del presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, como de la consejera de Salud, Catalina García, a través de sendos escritos en los que exige "la toma de medidas inmediatas". "Hay que acabar con esta falta de respeto y de humanidad con los pacientes", destaca su presidenta, Carmen Flores.
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