La Guardia Civil de Sevilla ha intervenido en las últimas horas dos narcolanchas en el río Guadalquivir. Aunque no se ha encontrado hachís en ninguna de ellas, son dos embarcaciones semirrígidas con tres motores cada una, de entre 12 y 14 metros de eslora, utilizadas habitualmente para introducir fardos de hachís en España desde las costas del norte de África. En total se ha detenido a tres personas y se ha incautado una gran cantidad de gasolina empleada para estas 'gomas', como se conoce en argot a estas lanchas.

La primera de las embarcaciones fue descubierta a las once de la noche del martes en una zona perteneciente al término municipal de Aznalcázar. Junto a ella fue detenida una persona. La lancha iba cargada con 120 garrafas de gasolina, aunque en el momento de la intervención iba sin droga.

La segunda narcolancha se interceptó unas horas después, sobre las dos y media de la madrugada del miércoles, a la altura de Puebla del Río. Aquí fueron detenidas dos personas. La barca también iba vacía, como la que remontaba el río poco antes.

Ambas lanchas fueron trasladadas a Puerto Gelves, desde donde han sido sacadas del agua a primera hora de la tarde de este miércoles. La Guardia Civil ha abierto una investigación para tratar de averiguar a quién pertenecen ambas embarcaciones y si están relacionadas con algún alijo reciente.

El Guadalquivir se ha convertido en una puerta de entrada del hachís en Europa, debido a la intensa presión que las Fuerzas de Seguridad ejercen sobre los clanes del Campo de Gibraltar. Las organizaciones dedicadas a la importación de hachís han visto desde hace años en el río una vía alternativa al Estrecho.