Hidrógeno en vez de gasolina

Un vehículo con un motor silencioso que no produce emisiones y con una autonomía de 100 kilómetros. Éstas son tres de las importantes prestaciones de este prototipo diseñado por los investigadores de la Escuela Superior de Ingenieros de la Universidad de Sevilla y del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA), a través del proyecto Delfín, el cual fue presentado ayer en la sede de la Escuela por los participantes en el desarrollo de este trabajo de investigación.

En el acto, Carlos Bordóns, director gerente de la Asociación de Investigación y Cooperación Industrial de Andalucía (Aicia), explicó que el vehículo sería "ideal para parques, espacios protegidos y los centros de las ciudades", aunque reconoció que "el objetivo no es comercializarlo". El principal objetivo del estudio, que se ha realizado entre el laboratorio de sistemas de energía terrestre del INTA y Aicia, a través de los departamentos de Ingeniería de Sistemas y Automática y de Ingeniería Electrónica de la Escuela de Ingenieros, fue el de comprobar la viabilidad del uso de pilas de combustible alimentadas por hidrógeno como sistema de propulsión, obteniendo como resultado un prototipo basado en un vehículo eléctrico comercial que incorpora una pila de combustible de polímero sólido.

Este tipo de pilas permite generar energía eléctrica a partir de hidrógeno con gran eficiencia y sin ningún tipo de emisiones, ya que la reacción de éste con el aire sólo produce vapor de agua. Se trata por tanto de un vehículo respetuoso con el medio ambiente gracias a sus características energéticas y medioambientales. Además, es posible obtener el hidrógeno necesario mediante fuentes renovables, como la energía eólica, hecho que recordaba Fernando Isorna Llerena, jefe del laboratorio del INTA, presente también en el acto de presentación.

Este prototipo se denomina vehículo híbrido, dado que el motor eléctrico que lo propulsa puede ser alimentado a través de la pila de combustible o por un sistema de baterías eléctricas auxiliares. Entre sus características técnicas destacan su capacidad para dos personas y una carga de hasta 300 kilogramos, el motor eléctrico de corriente continua de 4 kilovatios alimentado a una tensión de 72 voltios. Dispone de un depósito de hidrógeno de 33 litros a 200 bar de presión, de convertidores electrónicos de potencia y de un computador de a bordo gobernado mediante una pantalla táctil desde la cual se puede acceder en todo momento a los sistemas del vehículo, permitiendo una conducción segura y la supervisión de todos los parámetros de funcionamiento.

Gracias a la inclusión de la pila de combustible y de la adecuada gestión de la potencia, el prototipo Delfín consigue incrementar más del doble de la autonomía del vehículo eléctrico comercial en el que está basado, unión con la que se consigue una autonomía de 100 kilómetros. El vehículo ya superó la etapa de pruebas en el Centro de Investigación del INTA, período que ha permitido recabar información valiosa sobre el comportamiento de este tipo de automóvil. Además, en la siguiente fase del proyecto, Delfín II, se trabajará para optimizar el tamaño de la pila de combustible y del grupo de baterías.