Sevilla

La Junta lleva un año sin responder a las quejas de los vecinos de Los Pajaritos

  • La plataforma Tres Barrios-Amate lamenta que nadie de la administración regional conteste a la queja abierta por el Defensor del Pueblo Andaluz

Una de las calles del barrio de Los Pajaritos en Sevilla.

Una de las calles del barrio de Los Pajaritos en Sevilla. / Juan Carlos Muñoz

La Junta de Andalucía lleva un año sin responder a las quejas de los vecinos de Los Pajaritos. Así lo denunció ayer la plataforma Tres Barrios-Amate, que recordó que hace justo un año, el 19 de junio de 2018, presentó una queja ante el Defensor del Pueblo Andaluz.

En este documento, la asociación exponía la urgencia de una "actuación de carácter global, ya que las intervenciones parciales son incapaces de aportar soluciones a problemas tan graves y crónicos" como los que padecía esta zona de la ciudad, que durante tres años seguidos ha repetido como el barrio más pobre de España, si bien ahora ocupa el segundo lugar por detrás de las Tres Mil Viviendas.

Un año después de aquella queja, la Junta no ha respondido a la misma y el Ayuntamiento lo ha hecho con evasivas, remitiendo al plan local de zonas desfavorecidas. En una nota de prensa, la plataforma vecinal considera "cuanto menos incomprensible" que la Junta no haya dado la menor respuesta a la queja presentada, cuyo contendido afecta a sus "fundamentales obligaciones de gobierno".

Por su parte, la contestación del Ayuntamiento "adolece de parcialidad, superficialidad y escaso interés", ya que por "toda respuesta a los graves problemas planteados informa sobre el plan local de intervención en zonas desfavorecidas, que se encuentra en los inicios de tramitación de solicitudes y tiene como finalidad exclusiva la inserción laboral".

Los vecinos de una de las zonas más deprimidas de la ciudad recuerdan que llevan más de diez años denunciando el "grave deterioro" del barrio y sus consecuencias, en un diagnóstico que sirvió para elaborar un plan integral comunitario, que no se ha llevado a la práctica por el "abandono y la incuria de las autoridades, independientemente del color político de sus titulares" y sin que se haya propuesto la "más mínima alternativa".

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